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Foto: AFP | RESPALDO. La esposa del fundador de WikiLeaks, Stella Assange, participó ayer en una marcha frente a los Tribunales Reales de Justicia en Londres.  

En un juicio en Londres que quedó visto para sentencia tras examinarse el recurso del fundador de WikiLeaks contra su entrega, los abogados de Estados Unidos negaron ayer motivaciones políticas en la demanda de extradición contra Julian Assange por espionaje. 

Los magistrados anunciaron que se tomarían un tiempo para deliberar, por lo que Assange podría tener que esperar semanas o meses para conocer si su apelación es aceptada por la justicia del Reino Unido, tras la vista de dos días.

En la última jornada de la vista, los abogados de Estados Unidos respondieron a la defensa de Assange que las acusaciones contra su cliente, que se encuentra en una prisión de alta seguridad cerca de Londres desde hace casi cinco años, no tienen una base política.

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Assange, en su último recurso en Reino Unido para evitar su extradición, es reclamado en EU por publicar desde 2010 más de 700 mil documentos confidenciales sobre las actividades militares y diplomáticas del país norteamericano, en particular en Irak y Afganistán.

“Las acusaciones están basadas en el estado de derecho y en las pruebas” contra Assange, señaló una de las abogadas del gobierno de Estados Unidos, Clair Dobbin, ante el Tribunal Superior de Justicia de Londres.

El fundador de WikiLeaks presentó un recurso a la decisión del gobierno británico, que aceptó en 2022 extraditarlo a EU. En caso de ser entregado, podría ser condenado a una pena de hasta 175 años de prisión.

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El australiano de 52 años, tras sentirse indispuesto, tampoco acudió a la segunda y última jornada de la audiencia.

La defensa de Assange ocurrió un día antes con la libertad de información como base de su defensa. Los abogados de Estados Unidos respondieron ayer que Assange “puso vidas en peligro”.