Cuando el director alemán Wim Wenders reveló que para su última película se inspiró en los baños públicos de Tokio, los diarios de su país se “lo tomaron como una broma”. Pero ahora Días Perfectos está nominada a un Oscar.
“Los retretes son lo opuesto a la cultura” en Europa, apuntó el cineasta en una entrevista. Pero en Japón, donde se rodó la cinta, “no es el caso”.
El protagonista de la película es un limpiador encargado de mantener impolutos unos baños públicos del centro de Tokio diseñados por famosos arquitectos.
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Es meticuloso en su trabajo y en sus hábitos, pero a lo largo del metraje surgen a la luz la complejidad de su situación y reflexiones sobre la soledad en la ciudad, la comunidad y la vejez.
Para Wenders, los críticos “se dieron cuenta de hasta qué punto esta película no es sobre retiros”.
“Pero los retretes son parte de ella y los retretes son una parte muy específica del sentido de acogida en Japón y un respeto por esta necesidad tan humana que todos tenemos”, aseguró.
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Nominada a Mejor Película Internacional en los Oscar y ganadora de un premio en Cannes, que se llevó al actor protagonista, Koji Yakusho nació de una invitación a Tokio después de la pandemia.
En ese momento, Wenders estaba “desconsolado” al ver que “el sentido del bien común había sufrido mucho” durante la crisis sanitaria, con los parques de Berlín repletos de basura.
El cineasta alemán, conocido por obras de culto como París, Texas, recibió una invitación de Koji Yanai, hijo del fundador del gigante textil japonés Uniqlo.
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Lo invitamos a visitar su proyecto de renovación de retiros en Tokio con la esperanza de que inspiraran una serie de cortos de no ficción.
Pero al ver las instalaciones, incluidos unos cubículos transparentes que se vuelven opacos al pasar el pestillo, el director decidió hacer un largometraje.
Impresionado por “el sentido de la responsabilidad” en Japón, “me di cuenta que había una historia más grande que contar”, explicó. /AFP