En una rara medida contra israelíes en plena guerra con el grupo islamista palestino Hamás, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, impuso ayer sanciones a un grupo de colonos judíos acusados de violencia contra civiles palestinos en Cisjordania.
La violencia de los colonos judíos alcanzó “niveles intolerables”, escribió Biden en su orden ejecutiva.
La decisión está destinada a castigar a personas acusadas de atentados o “actos de terrorismo” o que “socavan la paz, la estabilidad y la seguridad” en el territorio.
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El Gobierno de Israel rechazó estas sanciones, al considerar que “no hay cabida para medidas excepcionales” contra los colonos israelíes.
“La absoluta mayoría de colonos de Judea y Samaria (Cisjordania) son ciudadanos respetuosos de la ley, y muchos combaten actualmente por la defensa de Israel. Israel actúa contra todos los que violan la ley en todas partes”, afirmó en un comunicado la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
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A las personas sancionadas se les bloquea los activos que posean en Estados Unidos y se prohíbe a los estadounidenses realizar transacciones financieras con ellos.
Se trata de las primeras sanciones financieras contra colonos, aunque la administración de Biden anunció anteriormente que rechazará los visados a los extremistas involucrados en actos de violencia.
La medida se produce mientras Biden viaja este jueves a Michigan, un estado crucial en las elecciones presidenciales de noviembre y sede de una importante comunidad árabe-estadounidense, en la que ha crecido el descontento por el apoyo de Biden a Israel.
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Los colonos israelíes mataron al menos a 10 palestinos e incendiaron decenas de casas en Cisjordania ocupada en 2023, el año “más violento”, según el grupo de derechos humanos Yesh Din.
Unos 490 mil colonos viven entre aproximadamente tres millones de palestinos en Cisjordania, en asentamientos considerados ilegales según el derecho internacional. /AFP