JESUCRISTO DE IZTAPALAPA GABRIELA ESQUIVEL
Foto: Gabriela Esquivel / David González entrena desde enero; a diario, cuando el sol es más intenso corre y carga una cruz de 80 kilos para soportar el Viacrucis que vivirá  

Representar a Jesucristo en el Viacrucis de Iztapalapa lo llena de emoción y nervios porque es una gran responsabilidad. Alejado de las fiestas, el cigarro, el alcohol y sin una novia, David Uriel González, de 24 años de edad, se entrena a diario física y mentalmente para escribir la historia en la 180 escenificación de Semana Santa en esa alcaldía.

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“Es una emoción muy grande, creo que es corresponderle a todo el apoyo que me han dado los habitantes del pueblo”, explicó David en entrevista para 24 HORAS durante su entrenamiento.

Este comerciante de un negocio familiar, decidió participar por el papel de Jesús durante la Semana Santa en Iztapalapa, pues considera que “hay muchas cosas en nuestra actualidad que están demasiado alejadas, no sólo de Dios sino de nuestros valores, educación, y para mí esto es una buena oportunidad para poder dar un buen mensaje a toda la gente”.

Para lograr a este personaje, implica una ardua preparación física y mental, pues en el caso del Viacrucis, David cargará por las calles de Iztapalapa una cruz de madera de pino de alrededor de 100 kilos.

“La preparación física, aunque sí sientes una mejoría obviamente en tu en tu salud, también es un desestresante porque la realidad es que hay mucha presión detrás de todo esto y esto te ayuda como a sacar toda esa tensión”, consideró

David inició su entrenamiento diario de hora y media desde la segunda semana de enero, en el cual, además de correr, carga con una cruz de entre 70 y 80 kilos hecha con troncos del Cerro de la Estrella para poder fortalecer el hombro, principal parte del cuerpo en la que recae el peso.

Estos ejercicios, explicó, los realiza entre las dos y tres de la tarde para adaptarse a condiciones climatológicas similares a las esperadas para el Viernes Santo, cuando deberá cargar la cruz de 100 kilos y soportar los azotes de los centuriones.

Tiene 24 años, adquirió una gran responsabilidad, pues no se trata sólo de la fe del pueblo de Iztapalapa, sino que es una representación vista por todo el país y hasta por el mundo.

“Para mí es una emoción muy grande, creo que es corresponderle a todo el apoyo que me han dado los habitantes del pueblo porque de verdad que yo digo que gracias a ellos es porque esta representación lleva tantos años saliendo año con año”, indicó con entusiasmo y orgullo.

Como dato, añadió, su padrino de bautizó caracterizó a Jesús 30 años atrás, en la 150 representación, por lo que para él adquiere un toque simbólico muy importante dentro de su familia.

 

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