ADALBERTO SANTANA

 

La situación política en Nicaragua de cara al proceso electoral de la víspera se tensó en las últimas semanas, especialmente gracias a aquellos sectores opositores que desde las posiciones de la derecha radical antisandinista impugnaron y trataron de deslegitimar a la democracia nicaragüense.

Hay una amplia difusión de los actores políticos, periodistas e intectuales que figuran en el bloque radicalmente opositor al sandinismo. En ese contexto, se difunde muy poco o casi nada de las opiniones de los dirigentes sandinistas y de los partidos de la oposición civica que participaron en el proceso electoral.

En la jornada participarían seis partidos políticos, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y cinco de oposición, a saber: el Liberal Constitucional, Camino Cristiano Nicaragüense, Alianza Liberal Nicaragüense, Alianza por la República y Liberal Independiente.

Las encuestas previas, en un electorado cercano a los 4.3 millones de habitantes, apuntaban a que más de 55% de los votantes se inclinaría por el FSLN. Objetivamente, en Nicaragua en nuestros días persiste una democracia plural. Sin embargo, para los sectores de la derecha radical Ortega es un dictador. Los sectores antisandinistas se niegan a reconocer al FSLN como la fuerza política mejor organizada y con el mayor respaldo popular del país centroamericano.

La campaña mediática contra Nicaragua omite mencionar que ese país es el más estable de la región centroamericana. Son pocos los migrantes irregulares nicaragüenses que cruzan México rumbo a los Estados Unidos. Básicamente, los migrantes centroamericanos son de Guatemala, Honduras y El Salvador. Otro dato que pasan por alto es que, en años recientes, el nivel de vida de la población nicaragüense se ha elevado en comparación con el que tiene la población de otros países de la región.

Incluso Estados Unidos reconoce que el Ejército de Nicaragua ha combatido al narcotráfico mejor que ningún otro ejército de toda la región latinoamericana. Otro indicador es que el Gobierno sandinista ha podido contener la pandemia a tal grado que ha habido menos de 210 decesos a consecuencia del coronavirus Covid-19 (Johns Hopkins University). Estos son algunos datos que demuestran que en Nicaragua se vive una estabilidad política y social que los sectores conservadores del país y los intereses estadounidenses buscan debilitar para aislar el poder del sandinismo y apoderarse nuevamente de Nicaragua.

 

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