En menos de 15 minutos, dos sicarios disfrazados de doctores, lograron burlar la seguridad de uno de los hospitales privados más exclusivos de la capital del país para asesinar a un narcotraficante, que buscó un amparo para no ser detenido, pero que nunca pensó que sería hallado primero por sus enemigos.

 

De hecho, cuando Crisóforo Rogelio Maldonado Jiménez, El Bocinas, líder del grupo delictivo de Los Rojos, yacía ya sin vida en la cama de terapia intensiva de Médica Sur, las autoridades de Morelos seguían preguntándose a dónde se había escapado, y las del Distrito Federal quién era realmente el asesinado.

 

Las investigaciones, apoyadas en cámaras de video y declaraciones de testigos, confirman que todo inició el domingo a las 19:35 horas, cuando dos sujetos, uno con una bata blanca y otro con una azul tipo quirúrgica, descendieron de un automóvil frente a la Torre 1 del complejo de Médica Sur, en la colonia Toriello Guerra, de Tlalpan.

 

Los doctores eran en realidad sicarios que ya sabían lo que la autoridades no: que en la cama número 2 del Área de Terapia Intensiva se encontraba desde el 11 de diciembre El Bocinas, luego de que escapó de una clínica de Cuernavaca, donde era atendido por tres impactos de bala.

 

Escondiendo un arma de fuego calibre 22 dentro de un cabestrillo, que llevaba el sujeto de la bata quirúrgica, atravesaron las puertas de cristal de la torre, y durante los siguientes nueve minutos caminaron como cualquier empleado en la planta baja.

 

Simulando normalidad, los sicarios incluso hicieron ademanes de saludo a una persona en el pasillo principal, aunque nunca se detuvieron más de unos segundos en un solo sitio.

 

A las 19:44 horas de ese domingo, las imágenes registraron a los sicarios en la recepción del primer piso, aproximándose al área de cuidados intensivos, y caminando entre algunas personas que nunca les cerraron el paso.

 

En los siguientes minutos, se concretó el homicidio. Sin amagar a nadie, sin amenazar al personal médico, sin generar ningún tipo de alarma, los falsos doctores lograron llegar a la habitación donde El Bocinas se encontraba, dormido y bajo los efectos de un sedante aplicado esa misma tarde.

Crimen silencioso

 

Dos balazos, de una pistola chica pero silenciosa, bastaron para rematar al narcotraficante. Uno de los impactos alcanzó su tórax, donde ya se habían alojado los tres disparos que le dieron en Cuernavaca, y otro mas le dio en el pecho.

 

Una enfermera, que estaba en ese piso, declaró ante el Ministerio Público, que escuchó un ruido, “como si algo se hubiera caído o golpeado”, pero nunca pensó que se traba de balazos. Cuando se acercó, vio a dos doctores que salían de la zona y fue hasta que ingresó al cuarto del paciente, que notó que lo habían asesinado.

 

Por la puerta de servicio

 

Eran casi las 19:50 horas cuando las cámaras registraron nuevamente a los falsos doctores cuando salían de la Torre 1, pero esta vez no abordaron ningún automóvil.

 

En vez de ello, los sicarios dieron vuela a la izquierda, atravesaron el paso de los vehículos y salieron por una puerta de servicio, usada por empleados de mantenimiento que conecta directamente a la calle. En el exterior, ya los esperaba un automóvil compacto, al parecer blanco.

 

“Fue una estrategia planeada con anticipación, pero un crimen cometido en menos de 15 minutos”, comentó a 24 HORAS un fiscal que participa en el caso.

Pensamos que era víctima; Morelos no informó: Procurador

 

El procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, dijo que desconocían que Crisóforo Maldonado Jiménez, El Bocinas, era líder de un grupo delictivo, pues el reporte de Médica Sur fue que se trataba solo de un lesionado por bala, y que según su familia, fue atacado por asaltantes en Morelos.

 

“El Ministerio Público recibe la notificación (del hospital), toma conocimiento en actuaciones y posteriormente se solicita la carpeta de investigación a la Procuraduría de Morelos, pero no nos la habían enviado (…) fue hasta hoy (ayer) que fuimos por ella a Cuernavaca”, declaró.

 

Ríos Garza señaló que se revisarán los protocolos de intercambio de información para que esta situación sea más ágil. De las investigaciones del homicidio, explicó que diez trabajadores del hospital ya testificaron, y se sien analizando los videos para identificar a los homicidas.