Michelangelo Merisi da Caravaggio, 'Martyrdom of Saint Ursula', 1610. Intesa Sanpaolo Collection, Gallerie d’Italia Naples © Archivio Patrimonio Artistico Intesa Sanpaolo
Foto: Luciano Pedicini. Michelangelo Merisi da Caravaggio, 'Martyrdom of Saint Ursula', 1610. Intesa Sanpaolo Collection, Gallerie d’Italia Naples © Archivio Patrimonio Artistico Intesa Sanpaolo  

En su estancia en Nápoles, atribuida a una huida por su irreverencia para entonces consumada, una orden de aprehensión y algo más por su magnificencia como pintor, Michelangelo Merisi da Caravaggio, mejor conocido simple y sencillamente como Caravaggio, sufrió, entre otras cosas, un atentado, que si bien no terminó con su vida sí logró desfigurarle la cara. 

Como consecuencia, tras su recuperación, la historia cuenta que pintó aquella pintura en que se mira su propia cabeza sobre una bandeja, sí, Salomé sostiene la cabeza de Juan el Bautista (1609-1610). Algunos años después, unos meses antes de morir, terminó de pintar El martirio de Santa Úrsula (1610)

Más tarde, en 1610, se dirigió a Roma. Entonces todo fue niebla, pues dos avissos, como se les conocía entonces a los periódicos privados en la capital italiana, dieron noticia de su muerte, víctima de fiebre. Primero dirían que en Porto Ércole, y luego añadirían que fue cerca de Grosseto, en Toscana. ¿El día? 18 de julio, según un amigo suyo, poeta. ¿Su cuerpo? Un misterio, al menos hasta 2010.

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Pese a todo ello, o, quizás, mejor dicho: por todo ello, en el bicentenario de la National Gallery de Londres, se presentarán las dos pinturas antes mencionadas. Una de ellas se encuentra precisamente en ese recinto (Salomé sostiene la cabeza de Juan el Bautista); la otra, volverá desde la Gallerie d’Italia luego de 20 años al museo londinense. 

La National Gallery define como “notable” el trabajo que el pintor italiano realizó en esos tumultuosos últimos años. “Su estilo característico incluye escenas muy recortadas e iluminación dramática. Utilizaba modelos reales con los pies sucios y las uñas mugrientas”, espeta el escrito del recinto inglés.

Remarcan también que se podrá visualizar, junto a la pintura proveniente de Nápoles, una misiva que describe la creación de la misma, y, claro, “nuestro propio último Caravaggio, Salomé con la cabeza de Juan el Bautista”.

La exhibición estará disponible a partir del 18 de abril y hasta el 21 de julio del presente año en la sala 46. Las entradas para asistir se pueden conseguir sin costo en el siguiente enlace.