El desempeño de Xóchitl Gálvez durante el segundo debate presidencial alentó entre sus simpatizantes la idea de que aún se puede ganar esta elección, disputada en una cancha totalmente dispareja.

 

A diferencia del primer debate, la hidalguense fue “más ella’’, como prometió, pero también se apegó a un guion que desdeñó hace semanas y que, de haberlo seguido, seguramente también habría ganado ese primer encuentro.

 

Independientemente de ello, Gálvez se metió nuevamente en la carrera presidencial; el cambio de asesores le vino bien a ella y a su campaña y ahora tendrá tiempo suficiente para preparar el tercer debate, en el que se incluye un tema que sin duda la dotará de parque en la batalla: la seguridad (o inseguridad) pública.

 

La candidata de oposición estaba exultante ayer, en su recorrido por estaciones de radio y televisión.

 

Ganar un debate y el postdebate no debe alentar, sin embargo, la creencia de que ya se ganó la Presidencia.

 

Si bien es cierto que este segundo debate representó oxígeno puro para la oposición, también es cierto que se puede sobrevalorar este triunfo parcial y perder de vista el objetivo principal, descarrilarse en acciones festivas en lugar de enfocarse en el tercer encuentro, que será definitivo para tratar de lograr atrapar el voto de los millones de mexicanos indecisos.

 

Xóchitl no tiene que decir o adelantar lo que hará en ese tercer debate; no tiene que andar presumiendo el material que tiene para contrarrestar las afirmaciones de su rival.

 

El problema de Xóchitl (considerado alguna vez también su virtud), es que no puede contenerse a una provocación, por buenas intenciones que lleve.

 

Pero aún falta un mes y dos días para la elección y en ese tiempo todo puede pasar, incluso una cruzazuleada, que sus nuevos asesores tratarán de evitar.

 

Xóchitl se debe cuidar de Xóchitl.

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Morelos está nuevamente en las páginas rojas de los medios de comunicación por dos hechos relevantes: el primero, el asesinato del reportero Roberto Carlos Figueroa, y el secuestro exprés del obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel.

 

El primer caso ocurrió el viernes pasado, luego de que el reportero, reconocido por sus ácidas críticas al gobierno de Cuauhtémoc Blanco, fue presuntamente secuestrado por la mañana, pero su cuerpo fue encontrado dentro de su automóvil la tarde de ese mismo día.

 

Ningún detenido, pero por las pistas, según el fiscal Uriel Carmona, la principal línea de investigación apunta a su trabajo periodístico.

 

En el caso de Rangel, ayer se informó que había sido localizado en un hospital de Cuernavaca, sin mayores datos que la declaración del fiscal Carmona, quien dijo que “al parecer se trató de un secuestro exprés’’.

 

¿De parte de quién?

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TV Azteca fue reconocida como el medio digital mexicano líder en el país, según el reciente ranking de Comscore, publicado en febrero pasado.

 

Comscore, empresa líder mundial en medición y análisis de audiencias digitales, posicionó a todo el ecosistema digital de Azteca conformado por Azteca Entretenimiento, Deportes, Noticias y Locales, en el primer lugar en la categoría de “media”, por encima de todos sus competidores nacionales, refrendando su liderazgo en el mercado.

 

Grupo Salinas y todo el ecosistema digital que lo conforman sus marcas, incluido Azteca, llega a más de 40 millones de usuarios de internet de los 70 millones que sigue Comscore en México, solo después de Google, Facebook y Microsoft, y es la única empresa nacional que entra en el top 5 de Comscore.

 

En la categoría de Deportes, Azteca llega al segundo lugar con 12 millones de usuarios.

 

    @adriantrejo