El escritor Isaac Asimov en una firma de libros.
Foto: Cordon Press | El escritor Isaac Asimov en una firma de libros.  

¿Qué cosa más emblemática, casi como de ficción, que elegir tu propia fecha de nacimiento? Al parecer sólo una cosa: ser considerado uno de los tres grandes de la ciencia ficción (junto a Arthur C. Clarke y Robert Heinlein). Tal es el caso de Isaac Asimov, nacido en Petróvich el 20 de enero de 1920, cerca de la frontera de Bielorrusia con lo que en ese momento era aún la Unión Soviética.

Científico y académico de la Universidad de Boston además de escritor, Asimov es reconocido mundialmente por sus significativas obras en el género que le marcó por siempre: la ciencia ficción, así como también por la labor de divulgación científica de la que siempre fue promotor.  Esa vena científica que le persiguió a lo largo de su vida nació desde edades tempranas, cuando ya leía con fervor títulos de ciencia ficción.

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Se recibió como bioquímico en 1939 en la Universidad de Columbia, sólo para, más tarde, en 1942, obtener un empleo para la marina de guerra de Estados Unidos en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Ahí, se desempeñó como investigador químico hasta 1948. Ese mismo año se doctoró y ese título le dio su permanencia en la Universidad de Boston como profesor asociado, y fue hasta 1979 que le ascendieron como profesor titular, ya cuando su escritura le daba mucho más que la vida académica.

Logros y obra

Entre 1985 y hasta su muerte en 1982, Asimov fue Presidente honorario de la Asociación Humanista estadounidense; en el mismo periodo, aunque con menor duración, fue también vicepresidente honorario del club Mensa. En el primero de estos puestos, luego de su muerte, le sucedió Kurt Vonnegut, también escritor y amigo del autor de Yo, Robot.

De su obra, tan vasta como su pensamiento, destacan los títulos de la serie de las Fundaciones: Fundación (1951), Fundación e imperio (1952) y Segunda Fundación (1953). Según palabras de los expertos, es la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos, por ello le fue entregado el premio Hugo en esa categoría. Más tarde, añadiría a la serie los títulos Los límites de la Fundación (1982) y Fundación y Tierra (1986).

Otras de sus novelas más representativas son: Yo, Robot (1950), Las bóvedas de acero (1954), The Martian Way and Other Stories (1955), El fin de la eternidad (1955), The Rest of the Robots (1964), Los propios dioses (1972), Compre Júpiter (1975),) Robots e Imperio (1983), Némesis (1989), Anochecer (1990), Azazel (1988), entre otros.

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Su obra no le valió sólo el reconocimiento de sus lectores, sino también distinciones dentro de las disciplinas que desarrolló de manera profesional. Entre muchas otras, los principales reconocimientos cosechados son:

  • El asteroide (5020) Asimov fue nombrado así en su honor.
  • Premio Hugo y Premio Nébula en 1973 por su novela Los propios dioses.
  • Premio Hugo a la mejor novela corta en 1992 por Gold. 
  • Sus trabajos han sido publicados en 9 de las 10 categorías del Sistema Dewey de clasificación (de bibliotecas).