'Urgente educación sexual con perspectiva de género'
Foto: Congreso Especialistas adivirtieron que la edad promedio en que un menor consume pornografía por primera vez es a los 12 años.  

Se debe impulsar una educación sexual integral, con perspectiva de género y con enfoque de masculinidades, atendiendo el interés superior de la niñez y adolescencia, aseguró Ismael Ocampo al presentar en el Congreso de la ciudad la investigación “No por ser hombre: masculinidades, pornografía y relaciones afectivo eróticas”, realizada por la asociación civil Gendes.

Ocampo también señaló que es necesario realizar más difusión, con información verídica sobre el consumo de la pornografía dirigida a los jóvenes desde temprana edad, porque los resultados indican que la edad promedio en que los encuestados tuvieron su primer acercamiento a ese material es a los 13 años, aunque el 12 por ciento de ellos manifestó haberlo visto antes de los 10 años.

Al respecto, la diputada Ana Francis López Bayghen aseveró que se deben respetar los derechos sexuales y reproductivos y mirar la sexualidad desde la aceptación, no desde la prohibición, además de comprender que es muy diferente y alejada de lo que se ve en la pornografía.

La morenista se congratuló de ver en los hombres una necesidad por generar otras masculinidades no hegemónicas y confió en que en los próximos años en el país se dará un intercambio de información diferente entre educadores y educandos en torno a la sexualidad.

Martha Juárez, titular del Centro de Estudios Legislativos para la Igualdad de Género del Congreso capitalino, aseguró que el tema está presente en el trabajo legislativo, pues hay al menos cinco iniciativas que buscan reformas normativas en tópicos como educación sexual, pornografía y delitos sexuales, además de que se han aprobado dictámenes sobre masculinidades.

Mauro Vargas, titular de Gendes, dijo que la investigación no pretende promover la pornografía, sino informar sobre las motivaciones de la juventud para verla y sus implicaciones en sus relaciones y masculinidades.

La investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana Martha Torres comentó que en el material de tipo pornográfico se usan los cuerpos femeninos para el placer masculino, lo que puede interpretarse como comercio sexual explícito.