La puerta de la oficina 14 del Senado se abrió pasadas las 10 de la mañana para recibir a Xóchitl Gálvez. A paso veloz se bajó de la bicicleta eléctrica y se quitó el casco rumbo al baño para refrescarse antes de llegar al set preparado para la entrevista en su despacho.
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Una vez listas las cámaras y el audio, la senadora atravesó el corredor donde está su escritorio decorado con fotos familiares y una tela con bordados tradicionales. Para sentarse en un sillón individual frente a la ventana con vista al asta bandera del recinto.
Tras saludar y platicar en general del panorama político, las cámaras empezaron a grabar. En medio del silencio, se marcó una sonrisa en la cara de la empresaria que no ocultó sus pretensiones para ser la próxima Jefa de Gobierno de la CDMX.
“Necesitamos levantar a los que tienen menos, coincido con el Presidente, primero los pobres, pero con una visión distinta, la clave para impulsar a México está en construir las condiciones y dar las habilidades para que así la propia gente tenga la capacidad de trabajar y salir adelante”.
Entre frase y frase, aún se distinguía una respiración agitada por pedalear, algo que no le impidió confesar que uno de sus grandes anhelos para la capital es entrelazar los sueños de las comunidades indígenas con la construcción de una ciudad inteligente.
“Me encantaría que hubiera estancias infantiles en lengua indígena, porque aquí en el centro aún se hablan muchas lenguas, eso de alguna forma las recupera”.
TECNOLOGÍA PARA RESOLVER PROBLEMAS
Tras una breve pausa para aclarar la voz y refrescar la garganta con una pastilla. Gálvez contó sus planes para mejorar la vivienda con sentido común “¿Qué político no lo tiene?”.
“Una ciudad con políticos inteligentes, además de tecnología inteligente, podrá resolver temas de agua, inseguridad y tráfico”, indicó.
Para ella, lo primero que se debe resolver es el tema del agua. Cree que las personas no quieren más viviendas porque primero necesitan tener agua, un problema que aqueja a cientos de miles de chilangos.
“Captar el agua de lluvia y tratarla para utilizarla en servicios sanitarios, de jardinería, entre otros, podemos filtrar y recuperar los acuíferos, mientras no hagamos eso, no van a querer nuevas torres de viviendas”.
Para las nuevas generaciones plantea crear hogares sin estacionamiento, pues los jóvenes no los necesitan al moverse en bicicleta y transporte público -todos viven a media hora del trabajo- y ayudan así al medio ambiente.
“Tú como joven, al igual que mis hijos, podrían irse a vivir a una vivienda sin coche, porque se mueven en transporte público y bicicleta, con eso podríamos crecer ‘la altura’ de la ciudad”.
También proyecta la construcción de viviendas de bajo costo al emplear predios subutilizados por el Gobierno.
“Buscar que la vivienda sea accesible, buscando predios subutilizados… Si lo pensamos bien, los mercados son muy chaparros y arriba de estos podrían tener vivienda los locatarios y vecinos”.
LUCHA POR LA COMUNIDAD INDÍGENA
Vestida con un huipil negro bordado a mano por mujeres indígenas, Xóchitl Gálvez mencionó con una sonrisa de lado a lado que uno de los mayores aportes a favor de los pueblos originarios durante su carrera política, fueron las propuestas para el reconocimiento de sus derechos.
“Lo primero fue haber mandado los acuerdos de San Andrés Larráinzar, donde se reconoce una serie de derechos, aunque, no fue suficiente, pues el congreso no quiso dar plena autonomía, ni quiso hacerlos sujetos de derecho”.
A pesar de no haber logrado todos los objetivos, gracias a las acciones en las que participó directamente, nació la Comisión de Pueblos Indígenas; con la cual llevó luz a la Sierra Tarahumara y la Selva Lacandona.
“Creamos el fondo de infraestructura más importante, con el cual se electrificó a dos millones de personas”.
Otros de los proyectos, que hizo de la mano de estas comunidades, como titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, fueron carreteras que atraviesan las montañas, universidades interculturales bilingües y el proyecto de ecoturismo en Chiapas que sigue funcionando hasta el día de hoy.
AMLO Y LOS EXPRESIDENTES
Xóchitl Gálvez lleva presente en la vida pública del país más de dos décadas, marcando tendencia, ya sea como parte del Gobierno en turno, o criticando las acciones como oposición, sea como sea, lo cierto es que es parte de los cambios en la política mexicana del último siglo. Por ello, compartió lo que le recordaba ver a viejos aliados, amigos o enemigos.
Vicente Fox: siempre fue un hombre que apoyó su causa con los pueblos indígenas, sin embargo, le recrimina no haber metido a la cárcel a los corruptos
Felipe Calderón: renunció por reducir el presupuesto de las comunidades originarias. Considera que su estrategia de seguridad fue apresurada, aunque reconoce que luchó contra la delincuencia.
Peña Nieto: su nombre e imagen, le recuerdan a la corrupción y piensa que fue uno de los gobiernos más corruptos de la actualidad.
AMLO: le hubiera encantado que fuera un presidente para todos, menos enojado con el mundo y más dispuesto a gobernar con todos y considera que pudo ser el presidente con más crecimiento económico. Lo calificó de polarizador y conservador.
LEG