Ante la perspectiva de una sentencia a cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos, ¿Genaro García Luna se acogerá al beneficio de testigo protegido? ¿Debe preocuparse o no el expresidente Felipe Calderón?

García Luna, el otrora poderoso secretario de Seguridad Pública federal, fue hallado culpable de cinco cargos, cuatro ligados a narcotráfico y uno por mentir a una autoridad federal estadounidense.

¿Qué efectos inmediatos en la política nacional se pueden esperar?

El primero es sin duda el fortalecimiento del discurso presidencial sobre los narco gobiernos durante las presidencias de Vicente Fox y Calderón en las cuáles participó García Luna.

Pero López Obrador no se conformará solo con la declaratoria de culpabilidad de García Luna; su Gobierno insistirá en llevar ante la justicia a Calderón.

Claro que con las pruebas que el Presidente dice tener, su obligación era llevarlo ante la justicia sin pretextos, pero prefirió armar una consulta insulsa para lavarse las manos.

Ahora espera que García Luna, como subalterno de Calderón, lo implique en sus negocios, lo que está por verse.

Tanto Morena como el Gobierno esperan que la culpabilidad de García Luna impacte negativamente en el PAN, al cual algunos morenistas ya daban por muerto ayer, en la alianza Va por México, en el resultado de las elecciones de Coahuila y el Estado de México y, por supuesto, en el ánimo de la ciudadanía que participará en la defensa del INE el próximo domingo.

El PAN, como la propia alianza, harán su respectivo control de daños, si eso fuera posible.

Pero respecto a la marcha del domingo 26, parece que la ciudadanía está más clara del riesgo que se corre si no se detiene la mal llamada reforma electoral propuesta por López Obrador.

¿Impactará en el ánimo colectivo?

Por lo visto ayer en redes sociales, la culpabilidad de García Luna no hizo mella -o no de la forma en la que esperaba el Gobierno y su partido- en la parte de la sociedad que sí o sí ha decidido manifestarse.

Ya se verá.

Por lo pronto, hoy habrá fiesta en la mañanera.

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El presidente López Obrador se escabulló ayer y se negó a responder cuál es la posición de su Gobierno sobre los hechos que ocurren en Nicaragua, en donde su dictador, Daniel Ortega, ha desterrado y despojado de su nacionalidad a más de 200 opositores.

“Mañana hablamos de eso’’, dijo, o es, hoy, si es que le queda tiempo después de hablar de la sentencia a García Luna.

Pero mientras el Gobierno mexicano asume una posición vergonzante sobre la violación de los derechos humanos en el país centroamericano, Chile y Argentina manifestaron su posición de dar asilo a los expatriados por Ortega.

El Gobierno de Chile condenó la persecución de los opositores emprendida por el dictador; México ha callado.

Respeto selectivo a la soberanía de otros países, pues.

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Ayer se reunieron en el viejo palacio del Ayuntamiento Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum.

El pretexto fue el agradecimiento que el zacatecano expresó a la jefa de Gobierno por haber desalojado el jardín aledaño a la sede del Senado, tomado por varios años por los colectivos a favor de la despenalización del uso lúdico de la mariguana.

Lo cierto es que ese parque se había convertido en el mayor centro de venta y distribución de enervantes, no solo cannabis, sin que ninguna autoridad hiciera algo al respecto.

Quién sabe de qué hablaron en serio.

LEG