POR: GUILLERMO CASTILLO / 24 HORAS YUCATÁN
De acuerdo con la más reciente publicación de Oceana, organización internacional dedicada exclusivamente a la conservación de los mares, uno de cada cinco peces que se comen en México, tiene microplásticos. Para el especialista en varamientos de mamíferos marinos en Yucatán, Raúl Díaz Gamboa, la falta de una cultura de responsabilidad de los plásticos de un solo uso puede afectar.
Según el documento dado a conocer por el organismo, la producción de polímeros innecesarios en el mundo ha generado no sólo una crisis ambiental, sino también una de salud pública.
Detallaron que desde 1950, la fabricación anual de este material en el mundo pasó de 1.8 millones de toneladas a 465 millones de toneladas en 2018. Cabe mencionar que, si bien actualmente se ha visibilizado el papel de reciclaje como un paliativo para resolver el problema, únicamente 9% del universo total de este material se está rehusando.
Oceana informó que éste es responsable de la muerte de más de un millón de animales marinos al año y se ha encontrado en uno de cada cinco peces que se consumen en México.
Se estima que cada año entran a los mares 14 millones de toneladas, esto equivale al peso de 560 torres latinoamericanas y a vaciar en los océanos dos camiones de basura llenos por minuto.
Para el doctor Raúl Díaz Gamboa, responsable del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Yucatán, en lo local el tema es difícil, ya que a través del trabajo que realiza ha observado que, dependiendo del punto de la costa yucateca, se pueden observar situaciones diferentes.
Destacó que, si se hace un recorrido por las playas de Las Coloradas, a pesar de que no hay domicilios cercanos, se pueden ver botellas de plástico tiradas en la arena.
“No hay ninguna casa en la costa o en la playa, pero aún así está llena de plásticos ¿Cómo es posible?”, comentó.
Expuso que, incluso, mucho del material que ha visto en la costa ni siquiera es de este país, es decir, llega a la entidad por las corrientes marinas que tienen su destino final en territorio yucateco.
LEG