Foto: AFP / Partidario del Likud, partido que apoya al ex primer ministro, ondea una bandera tras la jornada de ayer  

Las elecciones legislativas en Israel aún no se definen. Sin embargo, el partido del ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y sus aliados religiosos y de ultraderecha se impusieron en las elecciones legislativas, según encuestas a boca de urna, pero nada garantiza que consigan una mayoría para formar gobierno.

De acuerdo con esos sondeos, el Likud de Netanyahu obtuvo entre 30 y 31 escaños, de los 120 que cuenta la Kneset (parlamento), contra entre 22 y 24 del centrista Yesh Atid del primer ministro saliente, Yair Lapid.

Con el aporte de sus aliados -el partido de extrema derecha Sionismo Religioso y dos formaciones judías ultraortodoxas- Netanyahu podría lograr una mayoría absoluta de 61 o 62 escaños.

Estas proyecciones pueden sin embargo modificarse a medida que avanza el escrutinio oficial y alterar drásticamente el resultado final, como ya sucedió en otras ocasiones en Israel.

“Hasta que no se cuente la última papeleta de voto, nada está decidido. Esperaremos pacientemente, incluso si no tenemos paciencia, los resultados finales”, afirmó Lapid a sus seguidores reunidos en Tel Aviv.

Sin embargo, el ministro de Justicia de su gobierno y miembro escindido del Likud, Gideon Saar, advirtió que Israel se dirige hacia una “coalición de extremistas” liderada por Netanyahu.

“La mayoría de la población quiere que la derecha esté en el poder, la derecha es mayoritaria en Israel”, indicó Yossef Wiezman, un elector de 22 años, en un mitin del Likud donde la multitud gritaba “Bibi hozer” (Bibi vuelve), en referencia al apodo de Netanyahu.

“La gente quiere andar con seguridad por las calles, que nuestros soldados y policías no estén atados de pies y manos”, dijo Itamar Ben Gvir, uno de los líderes de Sionismo Religioso, que defiende usar la fuerza contra los palestinos en Jerusalén-Este y en Cisjordania ocupada.

De su parte, el primer ministro palestino Mohammed Shtayyeh afirmó que “el ascenso de los partidos de extrema derecha religiosa (…) es el resultado del creciente extremismo y racismo en la sociedad israelí”.
En el sistema proporcional de Israel, las listas electorales deben obtener al menos el 3,25% de los votos para acceder al Parlamento con un mínimo de cuatro escaños. Por debajo de este umbral, los partidos se quedan sin representación.

LEG