El presidente Andrés Manuel López Obrador va a tener un problema político importante cuando empiecen a bajar los precios de los energéticos en el mundo y en México se mantengan caras las gasolinas.

Claro, él dirá que es culpa del pasado neoliberal. Pero más allá de ver cuántos quedan que le crean, lo cierto es que va a llegar el día en que otra vez las gasolinas sean más baratas en Estados Unidos y mucho más caras en México y eso hará enojar a los automovilistas y, en general, a los electores.

Esto tiene que ver con el subsidio fiscal que hoy aplica su Gobierno para mantener no tan altos los precios de las gasolinas y el Diésel. Pero cuando baje el precio, los subsidios también tenderán a desaparecer y no vamos a ver una baja en el costo de esos combustibles.

Pero mientras llega ese día, lo mejor que puede hacer este régimen es mantener ese costo fiscal para controlar la inflación. Sale caro, pero sí tiene influencia en la medición general de precios.

Como también, lo mejor es que no caigan en la tentación de aplicar alguna especie de control de precios en productos básicos, como ciertos productos agropecuarios, porque esto implicaría distorsiones que después son difíciles de componer.

Hasta ahora no ha ocurrido una medida así quizá porque hay una aceptación general de que la inflación alta que padecemos hoy tiene mucho más que ver con factores externos que con decisiones internas, así que esa lejanía política podría ser lo que contiene esos arrebatos populistas.

Una medida muy neoliberal está también en el catálogo de las soluciones de este régimen y es aumentar los cupos de importación de alimentos libres de aranceles.

Claro, si la inflación es mundial, tampoco garantiza que se puedan conseguir grandes precios en el exterior, pero una tasa impositiva menos ayuda al mercado.

Lo que también llama la atención de esta nueva incursión de López Obrador en los temas inflacionarios en la mañanera es que desde la tribuna en la que le habla a su feligresía da instrucciones a los funcionarios que deberían ser los responsables del tema.

López Obrador también está pensando en algún tope a las tarifas del transporte de mercancías, al menos eso dejó ver en su conferencia, lo que más llama la atención es que dijo que espera que Tatiana Clouthier, la secretaria de Economía y responsable de buena parte de estos temas, “seguramente ya está tomando nota”.

Lo que sí debería hacer la secretaria de Economía es recuperar ese órgano de apoyo ciudadano de orientación que es la Procuraduría Federal del Consumidor. La información es un elemento básico para el consumo, la vigilancia de los mercados, evitar malas prácticas como la colusión, es elemental en estos tiempos de alta inflación.

Pero no, su titular se ha prestado de una forma muy lamentable a violar la ley y servir de sicario presidencial exhibiendo a personas con nombres, apellidos e ingresos ante la opinión pública y el crimen.

Esa es la clase de populismo dañino que no se debe meter en los terrenos de la inflación. Así que ojalá que la tentación de controlar precios nunca llegue a ser una determinación de la 4T.

   @campossuarez