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Foto: AFP / El recién concluido juicio entre Amber Heard y Johnny Depp desató durante las seis semanas que duró, diferentes opiniones en el plano de lo público  

El recién concluido juicio entre los actores de Hollywood, Amber Heard y Johnny Depp desató durante las seis semanas que duró, diferentes opiniones en el plano de lo público, específicamente las que apoyaron al intérprete del capitán Jack Sparrow. Sin embargo, de las implicaciones sociales que se vivieron en el proceso nada se ha hablado y mucho menos de lo que él mismo va a alegar.

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Para hablar sobre el tema, Felipe Gaytán Alcalá, sociólogo y docente en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM platicó con 24 HORAS acerca de cómo influyó en la sociedad activa de las redes sociales dicho proceso legal.

“Primero que nada se resaltaron dos conceptos importantes, la sociedad del espectáculo, en la que todo puede ser visto como en un panóptico, en donde todo se puede juzgar con un ojo de superioridad moral, entonces cualquier cosa que se ponga en las redes, en lo público, está susceptible, expuesto a entrar en juicio por estos sujetos. Por otro lado está la cultura de la cancelación, en la que se puede prohibir todo aquello que se considere políticamente incorrecto”, inició el académico.

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Estos son rasgos muy propios de la actualidad generados por una sociedad inmersa en la globalización. “Ya no hay un grupo cerrado o exclusivo del todo, la misma migración lleva a no pensar en una moral, sino en moralidades, en extranjeros y nosotros mismos somos extranjeros frente al otro, en ese sentido uno valora a los demás conforme los parámetros propios, y se siente superior a los demás.

“Por ejemplo, los norteamericanos hacen un juicio moral sobre los otros, pues son salvajes, para Estados Unidos, ellos son la cuna de la cultura, eso se ve en sus películas y en general, su cultura”, añadió.

Otros rasgos interesantes que se resaltan en este caso, son la tolerancia e intolerancia, términos que hace un tiempo estaban en desuso”.

MÁS ALLÁ DEL RECONOCIMIENTO

Se empezó a utilizar más los términos inclusión y reconocimiento, y esto es importante porque el tolerar implica “soportar”, “aguantar”, lo cual conlleva a una superioridad moral también; en ese sentido, enfocado en el juicio de Heard estamos hablando de los remanentes del movimiento #MeToo, que cuando denunciaron los abusos no busca que toleren o no, exigieron que reconocieran los delitos, las faltas y que se castigaran.

“Hubo una malinterpretación de los fines del movimiento por eso nace el #MenToo porque este habla de tolerancia o intolerancia, no de reconocimiento, es decir, siempre que ocurre una denuncia sale el hashtag #Yositecreo”, advierte.

Sin embargo, según el especialista, también nace la duda de si es cierto o no, por lo tanto se intolera la difamación, y se sesga el discurso pues da por hecho que este pueda llevar una mala intención, entonces se dice a nosotros también nos difaman, nos violentan con ello y esto puede prestarse a, incluso, denuncias de violaciones y demás nazca esta intolerancia a una supuesta difamación, perdiendo ese gran avance en el reconocimiento de las denuncias.

EL BUENO Y EL MALO

Por el lado de las marcas que dejó esto en la manera en cómo se llevó un proceso judicial hibridado en lo público, el entrevistado destacó que “ganó el discurso de odio en general”, argumenta.

“Primero que nada, la situación siempre estuvo inclinada a Depp, el ya es un actor consagrado, sus papeles forman parte de una cultura popular que premia y acentúa a sus figuras, y lo cierto es que independientemente de todo se declaró a ambos culpables, pero se popularizó más que ganó Johnny, cuando en realidad fue el que menos perdió”, continuó el entrevistado.

“Pero sobre todo, se vulneró la privacidad, el secreto y no porque tener secretos sea algo malo, simplemente se hicieron públicos detalles de una relación que sí fue tóxica pero que fue entre ambos, los dos se violentaron, se revictimizó a la actriz y pasó a ser victimaria. Todo el tiempo se estuvo buscando un bueno y un malo, cuando la realidad no es así, ni todo es blanco ni todo es negro, pero la gente quiere rescatar al héroe de la bruja, ignorando incluso que éste haya cometido actos no heróicos, a pesar de que hayan sido demostrados.

“Con este antecedente podemos esperar para empezar que mujeres que sean objeto de acoso o de violencia sexual expongan toda su intimidad y ya no tanto física, si no moral y ética para ver si se les cree o no, y por el otro lado que en la hoguera pública, cuando se hace una denuncia los victimarios se revictimicen y pasen a ser víctimas, es importante ver que el juicio conlcluyó pero deja una huella y seguramente no tardará en revivir una sutación similar”, concluyó el sociólogo.

 

LEG