El queretano Ricardo Anaya es de los pocos mexicanos que abiertamente ha levantado la mano para participar en el proceso electoral de 2024, donde se renovará la presidencia de la República.

Otros más, dentro de la comodidad gubernamental ya tienen boleto (o porque los destapó el propio titular del Ejecutivo federal, o porque ellos mismos dijeron que sí tienen interés): Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier, Ricardo Monreal y Rocío Nahle.

Algunos señalan a Enrique de la Madrid, y otros más al gobernador del Estado de México, el priista Alfredo del Mazo Maza.

Pero el más adelantado tiene un pendiente judicial que nació en el sexenio anterior, donde gobernaba Enrique Peña Nieto. En la actual administración, con la ayuda de Emilio Lozoya Austin, las cosas se le han complicado.

Más allá del asunto jurídico, existe la percepción de un sector de la sociedad, que el actual presidente de México quiere meter a la cárcel, o al menos inhabilitar jurídicamente a Anaya, para que se desinfle.

Los que no están con la 4T, los que aborrecen a AMLO, los que detestan a la izquierda, creen fielmente que se sigue el guión de Palacio Nacional para que el panista pierda sus derechos políticos, y no pueda aparecer en la boleta.

Pero un grupo importante de mexicanos, que simpatiza con el actual régimen, que no tolera el conservadurismo del PAN y que jura que el rubio se “agandalló” el partido, está convencido de que Anaya es un delincuente. Es decir, que se la buscó, y que tiene bien merecido el ir a la cárcel.

Es más, hay otro sector, que es muy crítico de AMLO, pero que está gozando de los problemas de Anaya. Ahí se encuentra Javier Lozano Alarcón, la familia Calderón Zavala, José Antonio Meade, Roberto Gil y el exsecretario Cordero

Las preguntas son, ¿de verdad Anaya es el Mandela o el Guaidó mexicano? ¿Ricky Riquín es el Félix Maradiaga, el Juan Sebastián Chamorro -líderes opositores nicaragüenses-? ¿El queretano puede compararse con los reprimidos políticos de Argelia, que ya suman más de 300 detenidos?

¿Apoco Ricardo Anaya es el Silverio Portal mexicano -líder opositor cubano o se le puede comparar con Jordi Sánchez, Jordi Cuixart, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Dolors Bassa, Carme Forcadell y Carles Puigdemont -líderes independentistas catalanes?

Pamplinas, creo que no le alcanza al panista, jefe de Marko Cortés ninguna comparación con estos monstruos de la disidencia. Parece que estamos en frente de un asunto simple de riqueza inexplicable y muy elocuente tuitero.

Ya apareció Anaya en video, con sus 76 cajas y sus 135 mil 388 hojas. Dice que López lo quiere meter a la cárcel 30 años y que como buen “matado” ya leyó todo. Nos ofrecerá cuatro  capítulos para demostrar que es inocente, aunque a quien se lo debe de comprobar es al Poder Judicial.

Asegura que hay un “pacto perverso, fuchi-caca” entre Lozoya y el presidente de la República, y que cambiaron la declaración. Y va más allá, le dice al final de este primer video al huésped de Palacio Nacional que se ha convertido en lo que tanto criticaba: “Mentiroso y corrupto vulgar, en un tirano que tuerce la justicia para sus venganzas personales”.

¿Usted metería las manos al fuego por Anaya? ¿Usted cree que don Ricardo es inocente y López Obrador inventó pruebas para descarrilarlo? ¿O usted cree que estamos frente a un productor de videos profesionales, lavador de dinero, enriquecido de manera ilícita, que está intentando confundirnos ante su endeble defensa?

Hagan sus apuestas: o sale muy fortalecido de ésta y la 4T lo catapulta a la Presidencia, o se desinfla totalmente y lucirá por 30 años un rasposo conjunto a rayas.

*Periodista, editor y radiodifusor

@GustavoRenteria

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