Todo parece indicar que el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ha perdido la poca credibilidad que le restaba tras haber sido captado el pasado miércoles en las calles de la colonia Condesa de la Ciudad de México aún siendo positivo a la prueba de Covid-19 y, como él mismo lo reconoció, con “una carga viral lo suficiente alta para ser contagioso”.

 

Resulta incongruente que el encargado de la estrategia gubernamental para combatir la pandemia, que, según cifras oficiales, ha cobrado la vida de más de 192 mil mexicanos, no cumpla con las recomendaciones que él mismo ha pregonado hasta el cansancio: si eres positivo, quédate en casa, aíslate.

 

La historia se cuenta sola. La tarde del miércoles, el subsecretario reapareció vía virtual en la conferencia de prensa vespertina a la que convoca el sector salud para dar parte de la evolución de la crisis sanitaria que nos azota. En esa comparecencia, el funcionario federal dijo estar totalmente recuperado desde el punto de vista médico, aunque, informó, ese mismo día había obtenido el resultado positivo de una prueba que lo hacía propenso a contagiar, por lo que consideraba que aún no era el momento de aparecer en este tipo de encuentros.

 

Pocas horas después, el periodista Joaquín López-Dóriga dio a conocer las imágenes del subsecretario caminando por las calles de este barrio capitalino, lo que generó sorpresa e indignación en las redes sociales.

 

Al ser cuestionado sobre este hecho, la respuesta de López-Gatell estuvo centrada en descalificar a los medios de comunicación y no en explicar por qué no atendió las recomendaciones que él mismo formula. Leamos esta joya de declaración:

 

Esto hace referencia a la lamentable realidad de tener medios de comunicación, sobre todo los corporativos, que durante toda la epidemia y dudo que cambien de actitud, han buscado sacar notoriedad por razones en algunos casos de lucro, seguramente es más lucrativo sacar noticias de ese tipo. Sigo esperanzado en que estos grupos que son dueños de los medios de comunicación, los columnistas que viven de parte del morbo, de la intriga y tienen un nivel bajo en términos de calidad periodística ojalá suban el nivel, pero no tengo muchas esperanzas a estas alturas”.

 

Juzgue usted, amable lector, si los medios de comunicación lucramos al dar a conocer que el subsecretario de Salud, contagiado por el coronavirus del SARS-CoV-2, horas después de haber aceptado que aún podía contagiar, se pasea tranquilamente por las calles de la ciudad.

 

Ante la evidencia que lo retrata de cuerpo entero, el intento de escape revela a un personaje que, más allá de haber contribuido a resolver esta crisis, abonó a la desconfianza en uno de los momentos más críticos de la historia reciente del país. Será esa misma historia la que lo ubique en el lugar que le corresponda.

 

Segundo tercio. ¿Comió esa tarde en un restaurante de ceviches? Si lo hizo, ¿se quitó el cubrebocas frente al mesero? Sólo el subsecretario lo sabe. No se vaya a enojar si le preguntan.

 

Tercer tercio. Ya había mentido acerca de su contagio. Tuvo que circular el rumor de manera muy fuerte para que aceptara que había sido hospitalizado.

                                                                                                                                                          @EdelRio70