El alcalde Antonio Jaimes sostuvo que, a pesar de que Guerrero pudiera pasar del semáforo naranja al amarillo, Iguala técnicamente se encuentra en semáforo rojo.

Advirtió que las fiestas decembrinas serán un detonante mayor de la pandemia, debido a que la gente no respeta las normas de sana distancia y el uso del cubrebocas, además de que ha aumentado la cantidad de personas en las calles.

Consideró que es necesaria una mayor participación de la gente para evitar mayores contagios y decesos. “Que la gente participe porque se ha perdido el control de la ciudad”.

Informó que solicitó ayuda del Gobierno del estado y de la Guardia Nacional para que se realicen rondines y evitar que haya fiestas en las calles.

“Vamos a apretar al máximo aunque el estado se vaya a color amarillo”, en referencia a la posibilidad de declarar emergencia sanitaria.

 

LEG