El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió hoy a la canciller alemana, Angela Merkel, en su residencia veraniega de Fort de Brégançon, en el Mediterráneo.

Merkel fue saludada por el mandatario galo y su esposa Brigitte, manteniendo distancia debido a la pandemia de coronavirus. Esta es la primera vez en 35 años que un jefe de Estado de Alemania visita la residencia presidencial en Bormes-les-Mimosas.

Macron pasa sus vacaciones de verano en este sito entre Tolón y Saint-Tropez, en la Costa Azul. El histórico edificio con un amplio jardín frente a la costa fue construido en el siglo XVII y sirve como alojamiento ocasional para los jefes de Estado franceses. Allí recibió el entonces presidente François Mitterrand al canciller alemán Helmut Kohl en agosto de 1985.

Tras la bienvenida, Macron y Merkel se retiraron para una reunión. El programa de la visita incluye lograr consenso en numerosos temas de orden internacional, en especial la rápida aplicación de las ayudas millonarias determinadas por la Unión Europea para paliar los efectos de la pandemia, el conflicto en el Mediterráneo Oriental entre Grecia y Turquía y el golpe de estado en Malí.

Se estima que ambos mandatarios también conversarán sobre la inestabilidad política en el Líbano, la guerra en Libia, los disturbios políticos en Bielorrusia tras las últimas elecciones y las crecientes tensiones en el Mediterráneo entre Grecia y Turquía sobre el derecho a la prospección de petróleo.

Macron ha tratado de buscar soluciones en el Líbano y Libia, mientras que Merkel ha mediado en la cuestión del Mediterráneo.

Además, es probable que la situación en Malí sea agregada al orden del día, después del golpe militar en el país africano.

Francia encabezó una misión militar contra el terrorismo en la región, por lo que muchas de las tropas francesas estuvieron estacionadas en Malí.

 

DAMG