Derivado del cierre obligatorio de miles de restaurantes, que durante la pandemia sólo tuvieron servicio para llevar, Jairo Acosta, quien antes de la pandemia laboraba como mesero, se quedó sin trabajo, por lo que se vio en la necesidad de generar ingresos para su familia siendo “viene viene” o franelero.

Todos los días a partir de las siete de la mañana, el ex mesero ayuda a los automóviles a estacionarse y los cuida hasta el regreso de su dueño.

Debido a los gastos para mantener a su familia, Jairo comentó que no podía quedarse sólo con la liquidación que le dieron en el restaurante donde trabajaba, por lo que, con una esposa y tres hijos, se tragó el orgullo y buscó otra fuente de ingresos.

Ahora que la ciudad entró al Semáforo Epidemiológico Naranja, Jairo expuso que pronto espera encontrar trabajo en otro restaurante, pues el establecimiento en que laboraba decidió no volver a abrir puertas, ya que los dueños se quedaron sin capital debido a la pandemia.

Aseguró que esta a la espera de encontrar un trabajo nuevo, pero mientras tanto, con careta y cubrebocas, ayuda en las calles a que los automovilistas estacionen sus vehículos.

Mientras tanto, sabe que aunque su fuente de ingresos no está regulada, es honesta: “Pena andar robando”.

Hace unos días, 24 HORAS publicó que, al 30% de su capacidad, los restaurantes abrieron en la Ciudad de México, sin embargo, varios coincidieron en que esta apertura no generará ganancia, será únicamente para sobrevivir y no quebrar.

Consultada por este diario, la Cantina La Piedra, ubicada en Polanco, indicó que la apertura al 30% es un paso inicial para aprender a trabajar en la Nueva normalidad, aunque destacó que este inicio no producirá ganancias, hasta que sen permita el aforo del 100%.

Edward, socio del establecimiento mencionó a este diario que las ganancias serán nulas, pues lo que se logre vender será únicamente para pagar sueldos, renta, mantenimiento e insumos.

En tanto el gerente de Sud 777, ubicado en Jardines del Pedregal, señaló que será una apertura difícil, pues la experiencia que viven los comensales será nula, ya que aseguraron que a un restaurante se va a disfrutar no a cuidarse más de la cuenta.

El gerente destacó que esperan ventas bajas, pero la apertura se centra en mantener firme al complejo: “Sabemos que el restaurante no va a tener ganancias, lo que saquemos será para nuestros sueldos, insumos y renta del local”, expuso.

Cabe señalar que el 20% de los 670 mil restaurantes en el país no volverán a abrir sus puertas tras la cuarentena,aseguró la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac).

Frase

“Me quede sin trabajo por el Covid y no podía buscar en otro restaurante porque también estaban cerrados, todo estaba cerrado, y ni modo, la necesidad me obliga a trabajar aquí en la calle. Es trabajo honesto, pena andar robando”
Jairo Acosta
Mesero

LEG