A pesar de un retorno gradual de los capitales hacia países emergentes tras el choque de volatilidad provocado por el coronavirus, México registró en mayo flujos de salida en su mercado de deuda por tercer mes consecutivo, debido a una mayor cautela por parte de los inversionistas, dijeron expertos.

Y es que de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), del 4 al 29 de mayo se fugaron mil 483 millones de dólares -según al tipo de cambio de 22.63 pesos por dólar-, equivalentes a 33 millones 563 mil pesos.

Con ello se suman tres meses consecutivos a la baja en la tenencia de valores gubernamentales en manos de extranjeros, siendo el 26 de febrero la fecha en la que comenzó dicho desplome cuando existía un capital de dos billones 210 mil 709 millones de pesos, dos días antes de que se diera el primer caso de coronavirus en México.

Desde entonces y hasta el 2 de junio, según el Banxico, se han perdido poco más de 15 mil millones de dólares en valores del Gobierno.

Infografía: Juan Ángel Espinosa

Analistas consultados por la agencia Reuters, consideraron que la salida de capitales se debió principalmente a una fuerte contracción, y factores “idiosincráticos”, que tienen que ver con la manera en que se definen algunos temas de manejo de política económica local y la probabilidad de un recorte en la nota crediticia soberana.

Además, los especialistas dudan de un regreso a las condiciones previas al Covid-19 en la economía mexicana, lo que eleva el nivel de incertidumbre.

Los flujos negativos de México contrastan con la entrada de unos 3 mil 500 millones de dólares dirigidos a deuda de países emergentes en su conjunto, de acuerdo con cálculos del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), impulsada por las expectativas de la reactivación económica tras semanas de confinamiento.

“En las últimas semanas se ha visto una estabilización en los flujos hacia emergentes, pero en México continúan disminuyendo, lo que sugiere que hay un elemento idiosincrático”, dijo Andrés Jaime, estratega de divisas y deuda de países emergentes para Morgan Stanley.
“México tenía una ventaja hace algunos años porque tenía un manejo macroeconómico bastante sólido, pero eso ha cambiado “, agregó.

Para algunos, el cambio de percepción sobre el riesgo del país podría retrasar la recuperación de los flujos de capital o incluso mantenerlos negativos en meses.

El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido criticado por sus políticas enfocadas en privilegiar el gasto social, por haber frenado proyectos de inversión relevantes y su política energética.
Adicionalmente, México registró en 2019 la primera contracción en su economía en una década y el panorama no es alentador. Según una encuesta del banco central, el PIB caerá 8% este año.

Bajo ese escenario, los inversionistas extranjeros “están disminuyendo su exposición a México”, además de que el país “tiene que pagar mucho más para continuar fondeándose en los mercados internacionales”, añadió el experto.

Por ejemplo, México emitió en abril 2,500 millones de dólares con un rendimiento al vencimiento del 5%, mientras que Paraguay, con una calificación basura, emitió 2 mil millones de dólares con una tasa del 4.95%.

Las expectativas de una profunda recesión y de un fuerte deterioro en las finanzas públicas llegan bajo un contexto en el que el Presidente se niega a contratar más deuda. Los inversionistas además creen que la nota soberana pronto podría seguir los pasos de la calificación de la petrolera estatal Pemex y verse relegada a territorio “basura”.

Incertidumbre tumba los mercados a nivel mundial

La incertidumbre sobre un segundo brote de la pandemia del Covid-19 a nivel mundial, y los efectos devastadores que esto deje en la economía de los países, causaron un desplome en los mercados que alcanzó también a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

En Europa, las Bolsas reportaron caídas superiores a 4%, debido al mensaje de la Reserva Federal en Estados Unidos (Fed) que no fue alentador respecto al futuro de la economía mundial. En Wall Street, el Dow Jones se desplomó 7.4% y el Nasdaq 5.2%, sus niveles más bajos desde marzo pasado; la BMV no se quedó atrás y perdió 3.90%.

 

 

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