Los viejos y viejas son considerados como un grupo vulnerable ante el Covid-19. En el país residen 15.4 millones de personas de 60 años o más, de las cuales 1.7 millones viven solas, de acuerdo al INEGI; es por ello que urgen acciones especiales durante la pandemia.

Patricia Martínez Rodríguez, psicóloga y gerontóloga, comenta la importancia de cuidar a las personas mayores sin perder de vista que la ancianidad no es sinónimo de debilidad.

“Para empezar debemos llamarles personas mayores o personas adultas mayores como indica la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores y la Ley de los derechos de las Personas Adultas Mayores, esto porque en el espacio público todavía encontramos gente que les llama ‘viejitos’.

El término de viejo y vieja se utiliza para deconstruir la cultura de la vejez que se tiene y desmantelar la carga de prejuicios que acompañan a la mencionada etapa”, explica Patricia Martínez.

Redes de apoyo

Es importante mantener las redes de apoyo con la familia, y de no tenerla crearla con las personas de tu comunidad, tu calle o tu edificio.

El INEGI señala que 27.1% de las personas mayores que viven solas tiene discapacidad y 42.3% alguna limitación para realizar actividades básicas (por ejemplo; caminar, subir o bajar usando sus piernas; ver; mover o usar brazos o manos; aprender, recordar o concentrarse; escuchar; bañarse, vestirse o comer; hablar o comunicarse y realizar sus actividades diarias por problemas emocionales o mentales.

La especialista recomienda generar cercanía y bienestar a través de las nuevas tecnologías a las que se tiene acceso, como hacer llamadas y videollamadas mientras dure la pandemia; y comenta que se pueden realizar actividades en casa que no impliquen un riesgo como aprender a hacer un huerto en tu casa o revisar y organizar fotografías.

Doles Tello, de 65 años de edad, comenta que se siente tranquila y con muchas cosas que hacer en su casa: “Tengo tres hijos y todos me ayudan en algo durante el encierro: mi hija la mayor me trae el mandado, el mediano me da dinero y la más chica me ayuda en la casa con el quehacer. Sólo he salido una vez, fui al seguro por mis medicinas, ya que nadie puede recogerlas por mí, así no te las dan”.

Es normal sentir miedo

“El confinamiento puede generar estrés, ansiedad y miedo, emociones que no están ligadas con la edad; además, es normal sentir tristeza, irritabilidad e incertidumbre, pues estamos cursando un periodo de adaptabilidad”, puntualiza Patricia Martínez Rodríguez.

Para evitar la ansiedad es importante que no saturemos nuestro cerebro con información alarmista y sin verificar, chicos y grandes deben acceder a las noticias por fuentes oficiales, como la Secretaría de Salud para evitar la saturación de contenidos falsos, así como revisar los portales a los que ingresan en caso de tener dudas sobre el coronavirus.

Por su lado, el doctor Gustavo Morelos Padilla, coordinador de la maestría en Gerontología Social de CETYS Universidad comentó que, aunque sean un grupo con mayor probabilidad de contagio, se debe evitar reproducir la idea de que las personas mayores son frágiles, que pueden incluso tomar decisiones responsables para el buen de la familia o una comunidad y asegura que esta pandemia puede ser una oportunidad para conectar a los jóvenes con los viejos y viejas

“Las relaciones intergeneracionales siempre han estado caracterizadas por las distancias, esta es una oportunidad que tenemos en las familias y en las comunidades de fortalecer esos vínculos intergeneracionales. Hay que conectar a los más jóvenes con las personas mayores”, finaliza el especialista.

6 claves para cuidar a las personas mayores en la cuarentena

Para proteger la integridad y salud de las personas mayores, de las personas mayores de 65 años y especialmente aquellos mayores de 80 se encuentran en el grupo de mayor riesgo, el doctor Morelos ofrece seis recomendaciones:

● Asegurar la cobertura de necesidades básicas.

Para que se mantengan dentro de sus casas se recomienda llevarles lo que se requiera del exterior, como alimentos, medicamentos y servicios básicos.

● Mantener cercanía afectiva a pesar del distanciamiento físico.

Es importante suspender todo el contacto no esencial, pero la interacción humana es una necesidad. A la distancia se recomienda el contacto recurrente por teléfono o vías digitales.

● Limpieza efectiva.

Sanitizar todo tipo de utensilios para comer y mantener la sana distancia establecida por el gobierno.

● Cuidar también de las amistades y vecinos mayores.

Revisa si en tu edificio viven personas mayores y ayúdales a comprar víveres o a pagar las cuentas para evitar que salgan de su hogar.

● Impulsarlos a mantener actividad física según sus posibilidades.

Realizando labores de limpieza o ejercicios, promoviendo estímulo y diversión: leer, ver televisión, cocinar, escribir, tener suficiente sueño, recibir la luz del sol y el aire limpio. Bailar es una excelente opción.

● Hay que tener cuidado pero no miedo

A pesar de que las personas mayores están en especial riesgo, también se han reportado casos que se recuperaron.

 

LEG