Por Enrique Rodríguez Martínez

El Domingo de Ramos por la tarde, la expectativa para el mensaje presidencial fue muy elevada. La única sorpresa que escuchamos, no fue una buena noticia para los funcionarios públicos federales que además de ver reducidos sus ingresos quincenales a partir del rango de subdirectores, deberán según el anunció del presidente López Obrador enfrentar la desaparición de su aguinaldo en medio de una grave crisis de consumo para finales de este fatídico 2020.

Las palabras no dejan lugar a dudas sobre los alcances de la medida que se dijo fue producto de una consulta, aunque todavía no sabemos con quiénes y cuándo. “Informo que he hecho una consulta y hay un consenso, se bajarán los sueldos de los altos funcionarios públicos y se eliminarán los aguinaldos desde el cargo de subdirectores hasta el de Presidente”, las palabras de AMLO produjeron preocupación en miles de burócratas que están en este supuesto.

Sin embargo, alguien debió decirle al Ejecutivo Federal que el aguinaldo es un derecho adquirido de los trabajadores y su naturaleza lo hace irrenunciable, si se pretendiera reformar la ley laboral para eliminar esta prestación que forma parte del salario, la maniobra sería claramente inconstitucional. El apartado B del artículo 123 de la Carta Magna establece en su fracción IV “Los salarios (en este caso de los servidores públicos) serán fijados en los presupuestos respectivos sin que su cuantía pueda ser disminuida durante la vigencia de estos”. Es decir, los recursos destinados al pago de aguinaldos ya fueron aprobados por el Congreso para el ejercicio de este año. El Artículo 127 constitucional, fracción primera es claro sobre el tema: “Se considera remuneración o retribución toda percepción en efectivo o en especie, incluyendo el aguinaldo”.

Tras el anuncio presidencial, algunos funcionarios trataron sin éxito de matizar la bomba lanzada por AMLO para decir que sería un acto voluntario de solidaridad ante la contingencia económica que atraviesa el país, sin embargo la expresión fue inequívoca al decirse en Palacio Nacional “eliminarán”.

Los trabajadores que quieran defender su retribución de fin de año tienen a su alcance la vía del juicio de amparo ante los Juzgados de Distrito del Poder Judicial de la Federación. Es previsible que seremos testigos de una cascada de juicios para defender el aguinaldo, incluso algunos despachos de litigantes ya preparan amparos colectivos contra la medida. Será interesante constatar en el Consejo de la Judicatura Federal el tratamiento de estos casos una vez que se reanude la actividad jurisdiccional. Los jueces tendrían claridad para echar abajo la decisión del Presidente con la Constitución en la mano.

 

                                                                                                                                             @jenroma27

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