La segunda etapa de la campaña de la Estrategia Nacional de Prevención de Adicciones evoca al miedo, carece de información y parece repetir otras de décadas anteriores, consideró Tania Ramírez, directora del programa de Política de Drogas de México Unido Contra la de Delincuencia.

“Busca darnos ejemplos extremos y focalizados en un tema de estigma de clase, vemos a personas en situación de calle, testimonios bajo la lógica del presidente (Andrés Manuel López Obrador) de que la comisión de delitos se hace bajo consumo de sustancias, vemos incluso el testimonio de un supuesto halcón.

“Todos estos mensajes, además de contribuir a la estigmatización… generan un efecto contrario, a quienes queremos que llegar que es la población joven; lejos de sentirse atraídos reciben información que hace perder más la confianza en el Gobierno como una fuente de información veraz”, comentó en entrevista con 24 HORAS.

Resaltó que en comparación con la primera etapa Juntos por la Paz, en ésta –donde el mensaje central es: el mundo de las drogas no tiene final feliz– no hay un público objetivo claro.

Además, resaltó que esta nueva etapa se lanzó luego de que se consideró un fracaso la primera etapa, aunque nunca se dieron datos del porqué no funcionó.

“Fue muy aventurado decir que una campaña no funcionó a unos meses de su lanzamiento cuando estas cosas son a mediano y largo plazo.

“Es muy notable la desesperación de pasar de un mensaje de generar confianza al mensaje negativo donde vamos a enfatizar el raticida en lugar de información completa y veraz”, expresó.

Además, consideró que aunque se usen personalidades del deporte, si el mensaje no está bien enfocado difícilmente servirá.

“Se tiene que generar un enfoque integral conectado con lo que dice el Plan Nacional de Desarrollo que ellos desarrollaron y justo dice un cambio de enfoque, y parece que a la primera de cambios regresar a campañas viejitas de miedo. Se debe hacer uso racional de los recursos y no hacer campañas cada dos semanas”, destacó.

Durante La Mañanera de ayer, el director general de Comunicación Social, Jesús Ramírez, presentó esta segunda etapa, que incluye básicamente testimonios con adictos.

Resaltó que la campaña no busca juzgar a los consumidores, como se marca en estándares internacionales, pero sí hacer conciencia de los efectos incluso de la violencia que está detrás de de éstas, por lo que “están manchadas de sangre”.

En esos materiales gráficos también habrá carteles y espectaculares en donde se resaltarán las sustancias que se usan para fabricar las drogas, desde raticidas, sosa caustica o veneno para cucarachas.

“Existe ya en algunas regiones del país una verdadera pandemia… donde el uso de sustancias químicas, particularmente el cristal ya se convirtió en un problema social y económico muy fuerte”.
Resaltó que en el norte de México o en Michoacán no sólo se producen, sino se consumen drogas.

LEG