Foto: Cuartoscuro/Archivo La construcción de una sociedad verdaderamente igualitaria pasa por entender los motivos estructurales de la ira y el enojo de las nuevas generaciones de mujeres  

Los feminicidios son una emergencia nacional y en ese sentido el Estado mexicano, sus instituciones y las fuerzas políticas estamos obligados a actuar de manera consecuente con lo que marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como los instrumentos internacionales en materia de protección de los derechos humanos de las mujeres.

La violencia por razones de género cometida contra las mujeres y las niñas representa un atentado contra la sociedad en su conjunto, contra la democracia y contra el desarrollo de nuestra nación.

No podremos aspirar a una sociedad más justa e igualitaria si a la mayoría de la población se nos está condenando a la muerte, al riesgo, a la vulneración y a la violación permanente de nuestros derechos humanos, por el hecho de ser mujer.

Desde la organización Nacional de Mujeres del PRD exhortamos al Poder Legislativo, al Poder Judicial y al Poder Ejecutivo Federal; a todas las fuerzas políticas del país; a los medios de comunicación y a las organizaciones de la sociedad civil, para impulsar acciones conjuntas a favor de la vida de las mujeres mexicanas.

Estamos convencidas de que la erradicación de todo tipo de violencias hacia las mujeres requiere de la acción concertada del Estado y la sociedad, haciendo a un lado las filias y las fobias, porque la vida de las mujeres no depende de nuestras militancias ni de nuestras afinidades. La vida de las mujeres debe ser nuestra prioridad.

La Organización Nacional de Mujeres del PRD ratifica desde su convicción democrática la necesidad de colocar en el centro de la política de Estado a los derechos humanos de las mujeres, su protección, defensa, garantía y ejercicio pleno. Hoy más que nunca requerimos colocarnos por encima de toda diferencia ponderando la vida de las mujeres y las niñas en la magnitud que la emergencia nacional representa.

Lo anterior nos obliga a repensar el Estado Mexicano, a una Reforma Política de gran envergadura que implique la transformación estructural del mercado laboral; la modificación del paradigma de procuración e impartición de justicia; del modelo de seguridad pública y de los mecanismos de reparación del daño a las víctimas, Etc.

La construcción de una sociedad verdaderamente igualitaria pasa por entender los motivos estructurales de la ira y el enojo de las nuevas generaciones de mujeres que no aceptan los esquemas patriarcales que asfixian a las mujeres mexicanas. Para entender y tomar las acciones y decisiones adecuadas a esta crisis es necesaria una visión y una actitud política renovada, comprometida con el presente y el futuro de nuestra nación.

NI UNA MAS, NI UNA MENOS!!!

ALTO AL FEMINICIDIO!!!

SI NO HAY PAZ PARA LAS MUJERES, NO HABRÁ PAZ PARA EL PAÍS!!!

COORDINACIÓN NACIONAL DE MUJERES DE LA ONM-PRD

 

 

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