@osdtagle


En unos días se cumplirá un año de la conferencia de prensa en que líderes de todos los partidos políticos en el Senado anunciaron el acuerdo para aprobar la creación de la Guardia Nacional.


El 21 de febrero de 2019, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, anunció que, tras semanas de discusiones, los partidos lograron el consenso para establecer el marco legal que daría paso a una corporación encargada de abatir el fenómeno de la violencia e inseguridad en casi todo el territorio nacional.

Los coordinadores parlamentarios coincidieron en que la Guardia Nacional daría las herramientas al Gobierno federal, para que al menos, disminuyeran la cantidad de homicidios dolosos.


Ese 2019 está considerado como el año en que México ha padecido el mayor nivel de violencia; más homicidios, más feminicidios y más inseguridad en prácticamente todos los rincones del país. No lo digo yo, lo confirman las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, es decir, el mismo Gobierno.


Mientras la violencia va al alza, y el discurso gubernamental la justifica en los errores u omisiones de gobiernos pasados, los miles de efectivos de la Guardia Nacional custodian y detienen el flujo de migrantes, tanto en nuestra frontera norte, como en el sur, en donde hay evidencia gráfica de que los métodos no son apegados a los Derechos Humanos.


En otro escenario, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mofa (una vez más) de México, y confirma a sus seguidores que cumplió con una de sus principales promesas de campaña: “Con todo respeto, pero México está pagando el muro. Nos llevamos bien con el Presidente, pero de hecho México está pagando por el muro fronterizo, pronto lo averiguarán”, arenga en un evento proselitista.


Para aclarar las aseveraciones del presidente Trump, el Gobierno mexicano debería informar a cuánto asciende el monto de recursos públicos que se utilizan para mantener a miles de efectivos en las fronteras, ¿Cuánto estamos gastando los mexicanos para evitar que ciudadanos de Honduras, el Salvador o Guatemala, ¿se acerquen a la frontera norteamericana?


La cooperación bilateral entre vecinos debe ser la regla, sin embargo, esa cooperación debe descansar en la reciprocidad y el respeto; de ahí que sería indispensable para entender los imágenes que vemos en nuestra frontera sur, una extensa lista de los beneficios que México recibe de Estados Unidos al alzar un muro humano para frenar el paso de la migración. Eso, en caso de que obtengamos algún beneficio a cambio.


A la penosa situación migratoria, se suman voces como la del diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien, al tratar de mostrar evidencia del atropello a los Derechos Humanos a la encargada de velar por los mismos, la señora Rosario Piedra Ibarra, es acallado por los integrantes de su mismo partido, de su misma bancada.


¿Todo esto será coincidencia?, Este jueves tendremos que estar atentos del mensaje que darán diversas organizaciones de la sociedad civil acerca de la situación de los migrantes y los motivos que les han argumentado para no darles permiso de pasar a las estaciones migratorias durante la última semana.