Durante su primer informe de trabajo ante el Congreso de la Unión, la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, denunció que el fracaso de ese organismo ha sido muy costoso y “afrentoso” para los mexicanos.

 

En su primera intervención destacó que la CNDH ha tenido una “dispendiosa estructura burocrática no ha respondido a las necesidades ni expectativas ciudadanas ni se ha conducido con trasparencia”.

 

Consideró que la inutilidad de la Comisión que hoy dirige, no es un problema de personas, sino estructural, pues fue concebida en los gobiernos neoliberales como un escaparate para consumo del extranjero, para dar una imagen de derechos humanos favorable al gobierno, pero no más que una pantalla, uno más de esos organismos públicos solo en apariencia autónomos, estructuralmente diseñados con fines cosméticos para administrar los problemas de los gobiernos en turno esconder los abusos de poder y poner en la congeladora conflictos que no eran de interés de los gobernantes o que le resultaran incómodos”, declaró.

 

Reconoció los retos que tiene dicha comisión y se comprometió a promover, defender y divulgar los derechos humanos reconocidos en la constitución mexicana, así como aquellos que conforman el derecho humanitario internacional a través de una promoción de la cultura de los derechos humanos a las conciencias de los mexicanos, “porque sólo así será viable a una cultura de la paz”.

 

En tanto legisladores de oposición criticaron la falta de pronunciamientos de la titular de la CNDH en temas como la crisis en materia de salud por el Insabi, la actuación de la Guardia Nacional en la frontera sur del país y los altos índices de inseguridad y violencia que colocaron a 2019 como el año más violento en la vida moderna del país.

 

Durante la comparecencia de Rosario Piedra, los legisladores de Morena votaron en contra de que el diputado federal de su partido, Porfirio Muñoz Ledo se pronunciara en contra de las acciones del gobierno federal en el tema migratorio y le negaron la palabra, toda vez que su intervención “no estaba pactada”.

 

DAMG