De acuerdo con el relato náhuatl Nican mopohua, el 12 de diciembre de 1531 ocurrió la última aparición de la Santísima Virgen al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac, aquella situación desencadenó un sinfín de relatos orales, mismos que han sido retratados a lo largo de la historia del cine mexicano.
Las cintas que partieron de las apariciones de la Santísima Virgen en México, así como su intervención en situaciones cotidianas, encontraron una clasificación en lo que hoy es nombrado “Cine Guadalupano”, mismo que inició en 1917 con Tepeyac, del director Carlos E. González, una producción perteneciente al cine mudo.
El filme, protagonizado por Beatriz de Córdova, Gabriel Montiel y Pilar Cota como la Virgen María, narra la historia de Lupita Flores, quien tras el hundimiento del barco en el que viajaba su esposo Carlos decide rezar fervientemente y es con lo que se da pie a la lectura detallada de la historia del indio Juan Diego y las apariciones marianas de las que fue testigo.
Dicho filme inicia con una frase del escritor mexicano Ignacio Manuel Altamirano, quien sostiene: “El día en que no se venere a la Virgen del Tepeyac en esta tierra, es seguro que habrá desaparecido, no solamente la nacionalidad mexicana, sino hasta el recuerdo de los moradores de la México actual”.
La historia de la Virgen María, quien en México es comúnmente reconocida como Virgen de Guadalupe o Guadalupana, fue retratada de nueva cuenta en 1931, en la cinta Alma de América, bajo la dirección de Alfonso Bustamante, una producción de 85 minutos, encabezada por Esperanza Cataneo, Fausto de Prado y Gloria Judith Jiménez.
En 1942, dirigida por Julio Bracho, se estrenó La virgen que forjó una patria, con la fotografía de Gabriel Figueroa; el argumento parte de tres vertientes, la historia de la conquista y evangelización en México; las primeras mariofanías a Juan Diego en 1531; y el inicio de la independencia nacional, cuando el cura Miguel Hidalgo toma en su estandarte la imagen de la Virgen Guadalupana.
En La sonrisa de la virgen (1957), Marita (María Gracia) vive con su abuela (Prudencia Griffel) y el ayudante de ésta, Anselmo (Jorge Martínez de Hoyos); en la historia, la niña pide dos milagros a la Virgen de Guadalupe, el primero no ir a la escuela y el segundo, que su vaca “Magdalena” pueda dar leche.
La historia fue dirigida por Roberto Rodríguez con el guión de Rafael García Travesi y la fotografía de Gabriel Figueroa; la película culmina con un diálogo entre “Marita” y la Virgen de Guadalupe, en la que ahora es la Antigua Basílica de Guadalupe.
Años más tarde, en 1960, con la dirección de Julián Soler llegó Las rosas del milagro, una nueva adaptación de las apariciones de la Virgen de Guadalupe al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac, lugar en el que se erigió la Basílica de Guadalupe, recinto al que actualmente acuden millones de visitantes las primeras semanas de diciembre.
Las rosas del milagro contó con la participación de Andrés Soler, Jorge Martínez de Hoyos y Armando Silvestre; la historia fue contada, de nueva cuenta, en el año 1976 por el director Alfredo Salazar bajo el título de La Virgen de Guadalupe.
Tres décadas después, la cinta Guadalupe, del director Santiago Parra, plantea la historia de dos científicos que deciden investigar la imagen de la Virgen de Guadalupe; el reparto de la producción lo encabezaron los actores José Carlos Ruiz, Pedro Armendáriz Jr., Angélica Aragón y Éric del Castillo.
Actualmente, se encuentra en postproducción la cinta animada Tepeyac, cuya historia contará lo acontecido en el cerro del Tepeyac hace casi 500 años. Los encargados de la producción son Juan Ignacio Peña y Carlos Pimentel, toda vez que, según su sitio en internet, el cantante Alexander Acha se desempeñará como compositor de los temas oficiales.
LEG