Al cumplirse 100 años de su muerte tras ser fusilado en Chihuahua, el Presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó una ceremonia en honor al general Felipe Ángeles, quien ahora dará nombre a una de sus obras sexenales: el aeropuerto de Santa Lucía.
“Se distinguió por aplicar métodos conciliadores y evitar los excesos. Sus dotes de gran estrategia le permitieron participar en grandes batallas de la revolución, como la Toma de Torreón, la Toma de Paredón y la Toma de Zacatecas.
“Homenajeemos al general conduciéndonos con disciplina, honor, lealtad, patriotismo, honestidad y sentido del deber en las misiones encomendadas”, expresó Julio Álvarez Arellano, director del Colegio Militar, ante integrantes de las Fuerzas Armadas.
El general Felipe Ángeles se mantuvo fiel al presidente Francisco I. Madero luego del golpe de Estado, pero una vez que éste fue asesinado lo enviaron a Europa y regresó en 1913 al Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza.
Después, ingresó al frente de Francisco Villa, intentó unir a todas las fuerzas revolucionarias sin conseguirlo, y a la derrota de los villistas, se exilió en Estados Unidos. Al volver fue apresado y condenado a muerte.
“Ángeles demostraba serenidad y entereza en el momento de su ejecución, él mismo decidió en qué lugar recibiría el tiro y arregló con los oficiales la forma en cómo iba a perecer, no quería que le vendaran los ojos, la muerte fue instantánea, el general se desplomó”, recordó Beatriz Gutiérrez, esposa del presidente y presidenta del consejo honorifico de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de la Presidencia de la República.
Tras los discursos, el Presidente López Obrador entregó una réplica de la bandera mexicana al sobrino bisnieto del general, así como una biografía del mismo.
MGL