LA PAZ.- El ministro de Defensa de Bolivia, Javier Zavaleta, renunció esta madrugada a su cargo, por desacuerdo con los principales líderes de la protestas que derivaron en la dimisión de Evo Morales, convirtiéndose en el décimo tercer miembro en dejar el gabinete y profundizando la crisis política.

 

“Renuncio al cargo de ministro de Defensa dejando claro a Bolivia y al mundo que la voluntad nuestra, la del capitán general de las Fuerzas Armadas y de este ministro fue siempre la de preservar la institucionalidad de las Fuerzas Armadas al servicio de la población”, señaló Zavaleta en su carta de dimisión.

 

 

Zavaleta aseguró que los mandos nunca ordenaron el uso de la fuerza militar contra la población y agregó que “por lo tanto, la responsabilidad de volver las armas contra el pueblo será de aquellos que tomaron esta decisión”, entre ellos dirigente opositor Carlos Mesa y al líder cívico Luis Fernando Camacho.

 

“Jamás dimos una orden para que nuestros soldados y marineros empuñen un arma contra su pueblo y jamás la daremos. El Estado que construimos es una Bolivia en la que un militar encarar la defensa de su Patria al lado de su pueblo y nunca contra él”, dijo en su carta de renuncia divulgada por el diario La Razón.

 

“Señor Carlos Mesa, señor Fernando Camacho, un asunto político no se resuelve aumentando el calibre de la represión, las balas no son la respuesta ni la solución a un problema. La política son las ideas contra las ideas y no el zumbar de las balas. Dios guarde a Bolivia”, concluyó.

 

La salida de Zavaleta se suma a la de 12 miembros del gabinete de Morales en el marco de la crisis desatada tras las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, en las que el Comité Electoral dio como vencedor a Evo Morales, pero la oposición denunció fraude.

 

Hasta ahora han renunciado los ministros de Educación, Economía, Justicia, Hidrocarburos, Minería, Trabajo, Agua, Obras Públicas, Desarrollo Productivo, Planificación y Desarrollo, Cultura y Turismo, así como Medio Ambiente y Agua.

 

Poco antes, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, general Williams Kaliman, anunció que los militares salieron a las calles a reforzar a la Policía ante la ola de violencia y vandalismo que se ha extendiendo en gran parte del país tras la renuncia de Evo Morales.

 

Explicó que los militares se encargarán de ejecutar operaciones conjuntas con la Policía para evitar enfrentamientos y estarán autorizados a emplear “en forma proporcional la fuerza contra las actividades de grupos vandálicos que causan terror en la población”.

 

Bolivia fue gobernada durante casi 14 años por Evo Morales, quien se disponía a iniciar un cuarto mandato, que fue cuestionado por la Organización de Estados Americanos (OEA), hecho que, unido a la ola de protestas e inestabilidad social y a las amenazas a su familia y las de sus partidarios, lo obligó a renunciar el domingo pasado.

gac