BANGKOK.- Al menos 15 personas murieron y otras cinco resultaron heridas luego que un grupo insurgente atacó un puesto de control situado en la provincia de Yala, en el sur de Tailandia, informaron las autoridades locales.

 

El incidente ocurrió en la zona de Lamphaya, distrito de Muang, cuando una decena de hombres atacó con armas de fuego un puesto en el que trabajaban empleados y voluntarios de la aldea local.

 

Las autoridades dijeron que en el ataque participaron al menos 10 insurgentes, quienes se acercaron a pie a través de una plantación de caucho para atacar el puesto de voluntarios de defensa en el pueblo de Moo alrededor de las 23:20 hora local del martes (16:20 GMT).

 

Once residentes y funcionarios locales, principalmente voluntarios de defensa en servicio, fueron asesinados a tiros durante el ataque. Otros cuatro voluntarios murieron a causa de las heridas en el Hospital Yala, reportó el diario Bangkok Post.

 

Al menos cinco personas sobrevivieron al ataque, tres sufrieron heridas de menor consideración. La mayoría de las víctimas, entre ellas cuatro mujeres, eran voluntarios.

 

Según las primeras hipótesis, el ataque tenía como objetivo robar armas de fuego puesto que algunos rifles del arsenal, así como las pistolas de las víctimas, desaparecieron.

 

El primer ministro y titular de Defensa tailandés, general Prayut Chan-o-cha, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y pidió a los cuerpos de seguridad capturar a los responsables lo más rápido posible para llevarlos ante la justicia, reportó el diario The Nation.

 

Las provincias del extremo sur de Tailandia próximas a Malasia -Narathiwat, Yala, Songkhla y Pattani– son desde principios del siglo XXI escenario de enfrentamientos regulares entre las fuerzas de seguridad y los militantes de grupos islamistas que luchan por la secesión de estos territorios, de población mayoritariamente malaya y musulmana, así como por el restablecimiento del Sultanato de Pattani anexado por Siam a principios del siglo XX.

 

El conflicto ha costado la vida a más de seis mil 800 personas, en su mayoría civiles.

gac