La nueva apuesta chilena: renovar la Constitución

Mientras diversas organizaciones insisten en protestar en las calles de Chile, el cuerpo legislativo -respaldado por académicos y especialistas-, analiza los posibles cambios a su Constitución, un marco normativo con las reminiscencias de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

La víspera, a la par de un sismo de magnitud de 6.1 (sin daños ni pérdidas humanas), en las calles se vivía el llamado “súper lunes”, con manifestaciones en la capital Santiago y otras ciudades, como Valparaíso y Viña del Mar, en tanto que esta semana se comenzaron a analizar los cambios pertinentes al documento normativo en la Cámara de Diputados.

“Aprobada en 1980 en un cuestionado plebiscito, la Carta Magna chilena ha sido reformada más de 40 veces pero sigue siendo foco de críticas por su espíritu neoliberal y su origen dictatorial.

“La Constitución original relegó al Estado a un rol eminentemente subsidiario y favoreció la entrada de la iniciativa privada en temas esenciales como la salud, la educación o las pensiones”, refiere el periodista Gerard Soler en el portal 14ymedio.com.

Sin descanso

Organizaciones sociales llamaron a protestar desde el mediodía en la sede del Congreso, y posteriormente en la Plaza Italia.

En el día 18 desde que la sociedad chilena decidió manifestarse, la denominada Mesa de la Unidad Social exhortó a los parlamentarios a rechazar la llamada agenda social del presidente Sebastián Piñera, al considerar que “no responde verdaderamente a las demandas de la ciudadanía”, de acuerdo con un reporte del diario La Nación.

El presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), José Pérez, opinó que la agenda “es un retroceso que atenta contra las demandas de los ciudadanos. Creemos que el clamor popular y lo que hemos asumido como ANEF es una nueva Constitución vía asamblea constituyente”.

LEG