Si bien es cierto que la situación del país es atribuida en mayor medida a las decisiones u omisiones del Gobierno federal, lo que ocurre (o deja de ocurrir) en los estados complementan el escenario.
Violencia que no cesa, caída del empleo, caída de la inversión pública y privada, son responsabilidades compartidas también con los gobernadores de los 32 entidades del país.
El martes pasado, Mitofsky de Roy Campos, publicó la medición sobre el desempeño de los gobernadores; quienes ocupan los primeros cinco lugares como mejor evaluados y los cinco peor evaluados le darán luz sobre el porqué sus entidades están como están.
La encuesta mide la aprobación ciudadana, la percepción de (in) seguridad, la economía, la situación personal y la corrupción.
Los cinco peor evaluados son, Silvano Aureoles, de Michoacán, con una aprobación apenas de14%; Jaime Rodríguez, de Nuevo León, con una aprobación del 16.%; Francisco Vega, de Baja California –ya se va-, con el 18.2 de aprobación; Carlos Joaquín González, de Quintana Roo, con el 20.5% de aprobación y José Ignacio Peralta, de Colima, con el 21.2.
Los mejor evaluados, según la encuesta, son Mauricio Vila, de Yucatán, con el 78% de aprobación; Quirino Ordaz, de Sinaloa, con el 61% de aprobación; Rutilio Escandón, de Chiapas, con el 55.6% de aprobación; Claudia Sheinbaum, de la CDMX, con el 53.3% de aprobación y Antonio Echevarría, de Nayarit, con el 49.9% de aprobación.
En el caso de Sheinbaum, cabe hacer la precisión de que la encuesta fue levantada en septiembre y los resultados se dieron apenas dos días atrás por lo que es muy probable que su porcentaje de aceptación caiga en la encuesta de octubre, mes en que los capitalinos padecimos sus indecisiones.
Así están, así está el país.
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Hoy hoy se conocerá si Morena inicia el proceso de elección de su nuevo presidente o si de plano ya se les hizo bolas el engrudo.
Los delegados estatales fueron citados por la aún presidenta Yeidckol Polenvsky para explicarle por qué sería recomendable que el proceso, que debe comenzar el domingo próximo, se posponga hasta marzo del 2020.
El pretexto de Polevnsky es que el padrón no es confiable, pero tuvieron meses para revisarlo y no lo hicieron.
La única razón que explica esa abulia es que esperaban que el gran Dedo decidiera al afortunado o por lo menos les indicara el camino.
Así que hoy veremos la perredización de Morena y sus luchas internas.
Por cierto, ayer Mario Delgado, al que muchos ven con el ungido de ya saben quién, propuso que el proceso transparente y democrático; que haya un padrón sin simulación; que no se excluya a nadie; que haya debates públicos; que se atienda la recomendación del Presidente –encuestas- y que se conduzcan con “madurez política’’.
Nomás queremos recordarle al diputado que falta un buen para que llegue Santa Claus.
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Jesús Orta pagó los platos rotos en el gobierno de la CDMX por la inseguridad capitalina.
Si bien era el responsable de la policía, tuvo que remar contra corriente por recomendaciones que hacían a la Jefa de Gobierno que no eran las mejores ideas.
Un ejemplo fue la propuesta de José Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, de hacer públicos vía digital los documentos y expedientes de casos policiacos en proceso.
A Merino se le atribuye también la fabulosa idea de los “cinturones humanos’’ del 2 de Octubre, que fue aceptada por Sheinbaum.
Y pues así, ni como.