Este sábado volverán a encontrarse en la cancha del Estadio Azteca, Cruz Azul y América, en una edición más del bautizado, por Gerardo Peña, como el clásico joven del futbol mexicano, que ya no es tan joven, pero que tiene muchas historias que nos ayudan a entender el presente de cada institución.
Cruz Azul llega al máximo circuito en la década de los sesenta, con el gran empuje de una creciente cooperativa comandada por Guillermo Álvarez Macias, padre de Billy y Alfredo actuales manda más del equipo celeste.
En aquella década América gana su primer título profesional con los Azcarraga como dueños y que ahora están cumpliendo 60 años de tener al equipo.
Se vivía una gran efervescencia futbolístico pues México tendría el Mundial en 1970. El desarrollo de Cruz Azul era enorme, América ya luchaba entre los mejores y su casa el Estadio Azteca era admirado por propios y extraños.
Luego del Mundial, América gana la primera Liguilla y la gran amistad entre los dueños y el desarrollo del balompie logran que Cruz Azul deje Jasso Hidalgo (hoy Ciudad Cooperativa) y venga al coloso de Santa Úrsula.
Panchito Hernández directivo americanista recomienda contrataciones como la de Quintano a los Celestes y se da una gran final donde los cementeros golpean 4-1 a los Cremas. La rivalidad crece y la disputa por ser el mejor extranjero también con la batalla entre Carlos Reinoso y Miguel Marín.
Cruz Azul se adueña de todo con un tricampeonato, incluso del joven golpeador Horacio Lopes Salgado de extracción de Copa, la relación entre directivos deja de ser tan buena con el crecimiento de la rivalidad y los americanistas dan un gran golpe contratando a tres pilares de los azules.
Raúl Cárdenas el técnico, Javier Sánchez Galindo y Cesáreo Victorino. Resultado: América vuelve a ser campeón.
Así la lucha, con grandes contrataciones, pero también con producción de jugadores de sus juveniles de un lado los Flores, Bustos, Victorino, etc. América preparando la gran base de los ochentas con Tena, Ortega, Luna etc.
Así llegó la siguiente década y la lucha por ser el mejor también y ahora, los de Azcarraga mandaban. Los partidos eran muy buenos y llegó la gran revancha donde América les gana una final a dos juegos con gol de Carlos Hermosillo, a la postre héroe del último título de Cruz Azul hace ya muchos años.
Vienen cambios generacionales en el mando de las dos organizaciones y creo que ahí hay una gran diferencia en lo que viven estos dos equipos. Los dos nunca han dejado de buscar buenos jugadores, tanto en nuestro país como extranjeros.
Con buenos y malos momentos, con Cruz Azul quedándose muy cerca y América ganando casi siempre los partidos importantes entre ellos, pero sobre todo títulos, las ahora Águilas no han olvidado sus formas y siguen produciendo sus jugadores representativos.
Ese Cruz Azul de Palencia, Pérez, Brown, y compañía, subcampeón de la Copa Libertadores se olvidó de producir jugadores, cambia de extranjeros continuamente sin pena y sin gloria. Hoy en día tiene que buscar en otros equipos quien sume los minutos de jóvenes.
América contrata, pero produce, la sangre de sus básicas se sigue proyectando y hacen sentir la camiseta, algo que parece olvidado en los celestes, que tienen en el “cata” Domínguez su único representante.
Son más de 50 años de rivalidad, de historias, pero que en los últimos 15 la diferencia en las formas, en la misión y la visión de estos equipos es muy diferente.