FOTO: REUTERS El yen japonés subía el miércoles por una inversión de la curva de rendimiento de los bonos de Estados Unidos por primera vez desde 2007  

El yen japonés subía el miércoles por una inversión de la curva de rendimiento de los bonos de Estados Unidos por primera vez desde 2007, lo que aumentaba el temor de los inversores a una recesión y los empujaba a la seguridad de los activos considerados como refugio.

 

La inversión de la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos -cuando los retornos de corto plazo son mayores a los de largo plazo- se considera una advertencia de recesión y provocó un escalofrío en los mercados mundiales, ya en tensión por la disputa comercial de China con Estados Unidos.

 

El yen, que ya subía en la jornada, recibió un nuevo impulso y se dirigió hacia un máximo de cerca de un año y medio frente al dólar.

 

“Lo que esto significa (la inversión de la curva de rendimiento) es que los mercados están indicando que los bancos centrales se están quedando sin opciones. Además de las noticias de la guerra comercial, las principales economías industriales, como China y Alemania, están sufriendo una hemorragia de crecimiento”, dijo Stephen Gallo, jefe europeo de estrategia de divisas en BMO.

 

Cifras del miércoles mostraron que la economía china continuó desacelerándose. La producción industrial subió en julio al ritmo más lento en más de 17 años.

 

En Alemania, una caída de las exportaciones hizo que la economía retrocediera en el segundo trimestre.

 

La moneda japonesa se fortalecía un 0,6% a 106,12 yenes por dólar.

 

El yuan chino en los mercados internacionales perdía algunas de sus ganancias anteriores el miércoles, debido a que los datos económicos más débiles de lo esperado atenuaron el optimismo generado por la decisión de Estados Unidos de retrasar la aplicación de aranceles.

 

En otros mercados, las principales monedas cambiaban poco. El índice del dólar, que ha caído alrededor de un 1% desde principios de agosto, cotizaba estable cerca de 97,7, pese a la inversión de la curva de rendimiento.

 

Lo mismo ocurría con el euro, que se mantenía estable en 1,1180 dólares, luego que una primera estimación del producto interno bruto de la eurozona del segundo trimestre mostró que el crecimiento siguió débil.

 

TFA