La Secretaría de Salud, a través del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades informó que fueron compradas al menos 3.8 millones de vacunas doble viral y triple viral, que cubre el sarampión, rubéola y parotiditis; sin embargo, estarán disponibles en diciembre.

Ruy López, titular de este centro de salud, y quien acompañó al presidente Andrés Manuel López Obrador en su gira por hospitales rurales de Zacatecas, mencionó existe desabasto en Guanajuato, Querétaro y Durango.

“El riesgo, no vamos a decir que es nulo, pero no estamos en una situación de alarma; en el peor de los casos, tomando en cuenta que algunas zonas tienen desabasto, puede ser que los niños que estén cumpliendo un año se estarán vacunando en diciembre, seis meses después, cuando regularmente la variabilidad del retraso por la situación del esquema de vacunación puede llegar hasta ocho meses”, detalló.

Agregó que el problema del abasto se debe a los procesos de compra, por lo que están agilizando trámites para tener las vacunas en octubre o noviembre.

El funcionario mencionó que de las 14 vacunas con las que cuenta la cartilla de vacunación, únicamente la triple viral (con la que se combate al sarampión) es donde no se ha concluido el proceso de entrega.

Durante un recorrido por el hospital de Tlaltenango, López Obrador prometió mejorar todo el sistema de salud pública, con más presupuesto, médicos e infraestructura.

Sabías que: 

El virus del sarampión se propaga fácilmente a través del aire cuando una persona infectada estornuda o tose y alguien que está cerca inhala las gotitas infectadas.

Se transmite también por el contacto directo con los líquidos de la nariz o de la boca de una persona infectada.

Es uno de los agentes más infecciosos conocidos por el hombre.

Se contagia fácilmente, el virus puede vivir hasta dos horas en superficies que han tocado los personas infectadas o en el aire donde pudieron haber tosido o  estornudado.

La vacuna contra este mal es bastante segura. El riesgo que cause un daño serio es sumamente pequeño.
El síntoma del sarampión más reconocido es una fiebre muy alta acompañado por un sarpullido de manchas rojizas o parduscas, aunque no es la única señal.