El momento más esperado llegó el domingo a mediodía. Por primera vez desde 2015, Roger Federer volvió a jugar un partido en Roland Garros, 20 años después de su debut en torneos del Grand Slam sobre arcilla. El suizo, número tres del mundo, se impuso sin problemas a Lorenzo Sonego por un marcador de 6-2, 6-4 y 6-4 y avanzó a la segunda ronda bajo el caluroso abrazo de la pista Philippe Chatrier.

A los 37 años, Federer regresó a Roland Garros tras haber debutado en 1999 ante Patrick Rafter. Así, dos décadas después, Federer sigue al máximo nivel, como demostró hace unos meses consiguiendo su título 101 en el Miami Open.

En su debut en Roland Garros frente a Sonego, Federer cumplió 398 partidos en torneos del Grand Slam, una marca que habla claramente de su capacidad para ser longevo, regular y competitivo durante mucho tiempo.

Sonego, 73 del ranking, anticipó lo que debería haber sido un duro encuentro contra Federer para abrir su participación en París. El Italiano, que el mes pasado alcanzó los cuartos de final en el Rolex Monte-Carlo Masters, se quedó muy pronto sin opciones contra el 20 veces campeón de Grand Slam.

En una hora y 1 minuto, Federer ya se había hecho con los dos primeros parciales del encuentro, evitando el desgaste y colocándose a tiro una victoria fácil para empezar su andadura en Roland Garros, donde nadie se atreve a descartarle para aspirar a cosas importantes.

Y es que Federer ha ganado el 76% de sus partidos en tierra batida, siendo la tercera mejor marca entre jugadores activos. Los únicos jugadores que lo han hecho mejor que el suizo son Rafael Nadal (91,7%) y Novak Djokovic (79,5%).

Federer firmó un partido perfecto, como si nunca hubiese dejado de jugar en tierra batida. Manteniendo su estilo agresivo, aunque ajustando su juego a las condiciones de la arcilla, el suizo hizo y deshizo a su antojo ante un Sonego que estuvo en sus manos en todo momento.

Incluso en el tercer set, donde más resistencia ofreció el italiano, Federer logró un break que le facilitó un triunfo rápido, sin tener que consumir más energías de las necesarias ni solventar desempates complicados.

El suizo, campeón de Roland Garros en 2009, es uno de los cuatro jugadores en activo que ha levantado la Copa de los Mosqueteros. Nadal lo ha hecho 11 veces, mientras que Federer, Djokovic y Stan Wawrinka han logrado la hazaña una vez cada uno. En total, Federer ha ganado 11 títulos en tierra, empatado en el tercer lugar entre jugadores en activo con Robredo, y solo detrás de Nadal (58) y Djokovic (14).

LEG