ROMA.- El Papa Francisco lavó y besó el jueves los pies de 12 prisioneros en un tradicional servicio, en el que les dijo que rechacen cualquier estructura jerárquica de reclusos o la ley del más fuerte y que se ayuden mutuamente.

Los predecesores de Francisco celebraron el tradicional rito del Jueves Santo en una de las grandes basílicas de Roma, lavando los pies de 12 sacerdotes. Pero para enfatizar su simbolismo de servicio, el Papa nacido en Argentina lo transfirió a lugares de confinamiento, como prisiones, centros de inmigrantes u hogares de ancianos.

El jueves Francisco, de 82 años, viajó a una prisión en la ciudad de Velletri, a unos 40 kilómetros al sur de Roma. Esta es la quinta vez que celebra el servicio, que conmemora el gesto de humildad de Jesús hacia sus apóstoles la noche anterior a su muerte.

Francisco dijo a los internos que en la época de Jesús, lavar los pies de los visitantes era tarea de esclavos y sirvientes. “Esta es la regla de Jesús y la regla del evangelio. La regla de servicio, no de la dominación o de humillar a otros”, señaló.

Entre los reclusos a los que Francisco lavó los pies había nueve italianos, un brasileño, un marroquí y un marfileño. El Vaticano no dio sus religiones. En el pasado, los católicos conservadores criticaron al Papa por lavar los pies a mujeres y reclusos musulmanes.

La prisión de Velletri, que está abarrotada como la mayoría de las cárceles italianas, tiene en su mayoría extranjeros que cumplen penas por delitos comunes, pero en una sección hay reos que colaboran con las autoridades y obtienen protección especial.

El Viernes Santo, Francisco dirigirá la procesión del Vía Crucis alrededor del antiguo Coliseo de Roma.

El líder de los mil 300 millones de católicos romanos del mundo dirige el servicio de la vigilia de Pascua el sábado por la noche y el domingo de Pascua lee el mensaje tradicional “Urbi et Orbi“.

 

dpc