Aeropuerto en Tizayuca, un proyecto con claroscuros

La opción de construir un aeropuerto en la zona de Tizayuca, Hidalgo, fue descartada por la consultora aeronáutica MITRE debido a su lejanía con la Ciudad de México y su extensión de sólo 900 hectáreas.

Los estudios de la empresa estadounidense, como parte del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), concluyeron que en dicha zona sería difícil detonar un desarrollo aeroportuario a largo plazo, y la vida útil de la terminal aérea se limitaría a 15 años.

En contraste, en Texcoco, existía una reserva territorial de cuatro mil 600 hectáreas listas para iniciar la construcción, por lo cual, el gobierno del ex Presidente, Enrique Peña Nieto, eligió ese lugar para edificar el NAIM, obra que fue cancelada por el actual Gobierno.

El estudio desarrollado por MITRE se entregó al gobierno de Peña Nieto a finales de 2013, y al siguiente año, se anunció que se descartaba a Tizayuca, y la zona del lago de Texcoco era la elegida para la construcción de la nueva terminal aérea.

Incluso, la construcción de un aeropuerto en Tizayuca fue una de las promesas de campaña que el ex presidente Peña firmó ante notario; sin embargo, en 2014 el proyecto se canceló definitivamente por falta de recursos.

A favor

Aunado a los análisis de MITRE que descartaron Tizayuca, existen otros estudios, que desde 1995 señalan a Tizayuca como la zona más viable para la edificación de un aeropuerto.

El documento más antiguo es uno de la Fuerza Aérea Mexicana, que data del sexenio de Ernesto Zedillo y aclara que no existiría interferencia con la Base Aérea de Santa Lucía.

En 2001, los estudios de factibilidad concluyeron que Tizayuca también era viable, estos fueron realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y consultoras francesas y mexicanas, contratas de forma independiente por el Gobierno de Hidalgo.

Incluso, desde hace años, la administración de esa entidad cuenta con un plan maestro para detonar a Tizayuca como un polo de desarrollo complementario a la construcción de un aeropuerto, denominando Aeropolis, que incluye la construcción de un tren suburbano de la Ciudad de México a dicha zona.

Entre las principales ventajas de esa región están su situación climática, con menor humedad, que evitaría la formación de niebla; atmósfera limpia, suelo firme, que eludiría gastos extras en rellenos, así como inundaciones.

El proyecto de Tizayuca, presentado en el gobierno de Vicente Fox, consideraba que, de construirse, el aeropuerto podría arrancar con una pista en funciones simultáneas con la terminal Benito Juárez de la Ciudad de México y crecer conforme a la demanda.

Preocupa concentración de poder del Ejército

El plan de entregar a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) la administración logística y financiera del aeropuerto, que se construirá en Santa Lucía, representa una concentración de poder del Ejército y debilita su control civil.

Expertos en seguridad y politólogos, a través de sus redes sociales, mostraron su preocupación por la decisión del Gobierno federal de dejar a los militares la construcción, operación y ganancias de la nueva terminal aérea.

La politóloga, Denise Dresser, dijo que a “las Fuerzas Armadas se les está dando poder, dinero, protección constitucional, control territorial e inmunidad. Solo falta que por ‘seguridad nacional’ sus negocios/contratos no estén sujetos a ley de transparencia. Y todavía dicen que no se está militarizando al país”.

Por su parte, el senador independiente y ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Emilio Álvarez Icaza, manifestó que en su campaña, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, acusó a las Fuerzas Armadas de represoras y prometió regresar a los militares a sus cuarteles, por lo cual, consideró que “alguien miente”, porque “hoy, les entrega el país (…) serán constructoras, administradoras del Aeropuerto de Santa Lucía, administradoras de pipas y de la Guardia Nacional”.

Catalina Pérez Correa, investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), indicó en su cuenta de Twitter: “Justo cuando está por aprobarse la creación de la Guardia Nacional militar, se amplía la autonomía presupuestal del Ejército, debilitando -aún más- el control civil sobre el militar. La 4ta transformación es militar”.

A su vez, María Elena Morera, líder de la organización civil, Causa en Común, pidió analizar los antecedentes donde militares “construyan, operen y se queden con los beneficios” económicos de un aeropuerto civil.

Para el analista de seguridad, Alejandro Hope, “en un país con muy débil control civil sobre las Fuerzas Armadas, el Gobierno decide fortalecer la autonomía presupuestal de los militares. Malísima idea”.

No es función del Ejército administrar terminal aérea

Por Jorge X. López

Inmiscuir al Ejército Mexicano en la administración de la terminal aérea que se construirá en Santa Lucía, altera y va en contra del objetivo de esa institución, consideraron legisladores de oposición en la Cámara de Diputados.

El coordinador parlamentario de Movimiento Ciudadano, Tonatiuh Bravo, explicó que en todos los países existen la aeronáutica civil y la militar, pero una no debe desplazar a la otra, “y debemos tener cuidado de no debilitar a la aeronáutica civil”.

Comentó que no está en las atribuciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el manejo de la aeronáutica civil, por lo cual falta por saber cuáles son las razones del Presidente de la República respecto a la propuesta de que el Ejército se encargue de la terminal aérea de Santa Lucía.
“Yo no estaría de acuerdo en debilitar las capacidades institucionales que tiene la aeronáutica civil”, dijo Bravo.

Por su parte, el líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en San Lázaro, Ricardo Gallardo, resaltó que poner a la Sedena a administrar una terminal área altera la función del Ejército, la cual es salvaguardar la seguridad nacional.

De inicio, dijo, no es posible esa idea porque no se tiene una reglamentación interna para procesar administrativamente los recursos federales provenientes de un ámbito empresarial, por lo que habría que crear un nuevo sistema de administración castrense.

Para el presidente de la comisión de Comunicaciones y Transportes, Víctor Manuel Pérez Díaz, Partido Acción Nacional (PAN), la propuesta de López Obrador no toma en consideración la importancia de las empresas de aviación.

“Para instalar al Ejército en temas de aviación civil tendría que pasar por crear un modelo de negocios, de empresa y servicios, y que tendría que explicar en qué ley está basado, habría que hacer cambios sustanciales posiblemente constitucionales, de aviación”, dijo el legislador.

Destacó que el Ejército Mexicano no fue creado para eso, ni es su objetivo, por lo que habría que agregarle facultades adicionales a la seguridad, cambiar la ley orgánica, “se me hace de entrada una situación que requiere de mucho más cambios y análisis que lo expresado por el Presidente”.

 

Xavier Rodríguez

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