Foto. Gabriela Esquivel Este domingo se entregaron los primeros cuerpos de quienes fallecieron el viernes en la explosión de un ducto de Petróleos Mexicanos  

Este domingo se entregaron los primeros cuerpos de quienes fallecieron el viernes en la explosión de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), en la comunidad de Tlahuelilpan.

En los trayectos hacia alguno de los sepelios, podían encontrarse varios más que estaban por comenzar. Los deudos, amablemente, pedían que no hubiera presencia de medios de comunicación porque no deseaban revivir su tragedia.

“Sabemos que están haciendo su trabajo, pero por favor, no podemos ahorita, no tenemos cabeza”, expresó el papá de David, un joven de 16 años de edad, que perdió la vida en la explosión.

Al mediodía, en la iglesia de la localidad, se realizó una misa de cuerpo presente de los hermanos Misael Contreras Pérez, de 25 años, y Víctor Hugo Hernández Pérez, de 17, además de César Jiménez Brito, de 45.

La homilía tuvo una concurrencia fuera de lo común en este municipio, pues hubo incluso gente en el atrio de la iglesia para darle el último adiós a los fallecidos.

Tras la misa, se realizó el tradicional cortejo fúnebre a pie hacia el panteón municipal.

Un familiar de los hermanos Misael y Víctor Hugo relató que eran carniceros y llegaron a la fuga de gasolina con la intención de tener combustible para los siguientes días.

Rechazó que se dedicaran al robo de combustible, y enfatizó en que trabajaban con su abuelo materno en el negocio de carne.

Ambos fueron enterrados al ritmo de banda, uno al lado de otro, en un panteón que está al máximo de su capacidad.

A Misa, como era conocido el mayor de ellos, lo enterraron con una playera de su equipo favorito, el América, encima del féretro.

En tanto, Jiménez Brito, quien fue sepultado prácticamente al mismo tiempo, era de oficio mecánico.

Durante el entierro, su viuda pidió a los presentes que si algo malo había hecho su marido, que por favor se lo perdonaran.

LEG