Foto: Reuters Estas medidas, que incluyen información sobre el motivo de ingreso, permitirán un control de los migrantes en territorio nacional y garantizará su seguridad, explicó la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. En tanto en EU, Trump dará un mensaje desde la frontera sobre “la crisis humanitaria y de seguridad” en esa región  

Endurece Segob controles migratorios contra portazos

El Gobierno de México endurecerá las medidas para el ingreso de indocumentados por la frontera sur del país, pues no se permitirá “un portazo” para que migrantes entren a territorio nacional, aseveró la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

En su participación en la trigésima Reunión de Embajadores y Cónsules, organizada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, la funcionaria resaltó que las nuevas medidas tendrán como objetivo que todos aquéllos que ingresen al país por el Sur lo hagan de manera controlada, ordenada y legal.

Precisó que para los migrantes cuyo destino final sean los Estados Unidos, el Gobierno ordenará su estancia y movilidad con plazos concretos, para que, llegado el caso, retornen a sus países de origen cuando no puedan entrar a la Unión Americana.

“En el más breve plazo vamos a implementar las acciones que permitan el acceso ordenado y seguro en nuestros puntos de acceso de nuestra frontera sur como paso indispensable para brindar a los migrantes centroamericanos protección a sus derechos humanos; y a quien así lo decida, facilidades para su estancia segura y digna”, indicó Sánchez Cordero.

Estableció que existen 12 cruces legales, contra 360 ilegales, y entre las primeras acciones que desarrollan se encuentra fortalecer la presencia del Instituto Nacional de Migración (INM).

“Los puntos donde no es posible (instalar el INM) serán vigilados y controlados para evitar el acceso no documentado de personas a nuestro territorio”, señaló.

Precisó que para el acceso ordenado y seguro de personas que cruzan por la frontera sur será requisito la presentación de una solicitud de ingreso, en la que, además de los datos personales, se manifieste bajo protesta de decir verdad, cuál es el motivo del ingreso a territorio mexicano.

Además, se tomarán huellas dactilares, una fotografía del rostro y en un plazo no mayor a 72 horas, en caso de que se solicite más información por parte del Gobierno mexicano, se dará respuesta a las solicitudes de ingreso.

Quien no acepte esta normatividad, dijo Sánchez Cordero, no se le permitirá el ingreso, y si lo hacen por algún punto ilegal, serán detenidos y deportados.

La funcionaria rechazó que los centroamericanos que trabajan en el país desplacen la mano de obra mexicana, pues en su opinión la complementan.
Detalló que se tiene un estimado de 700 mil centroamericanos que trabajan en Quintana Roo, particularmente en Cancún y la Riviera Maya.

De acuerdo con la encargada de la política interna, a mediados de este mes se tiene previsto que salga una nueva caravana migrante desde Centroamérica.

Piden intervención de la ONU y la OEA

La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, exigió, en el marco de la Trigésima Reunión de Embajadores y Cónsules, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de Estados Americanos (OEA) asuma su corresponsabilidad en la atención de la migración proveniente de Centroamérica.

“Es también indispensable que los países de Centroamérica, en particular Honduras, El Salvador y Guatemala, asuman sus ineludibles responsabilidades en atención a las demandas y aspiraciones de sus poblaciones”, dijo la funcionaria durante el encuentro con el cuerpo diplomático mexicano reunido en la Secretaría de Relaciones Exteriores.

En su exposición, reiteró la postura del Gobierno de México de formar parte de la solución a la migración proveniente de Honduras, Nicaragua, El Salvador, y Guatemala, aun cuando no sea parte de la causa.

 

Xavier Rodríguez

LEG