El resultado catastrófico que obtuvo el PRI en la última elección fortaleció a Antorcha Campesina (también conocida como Antorcha Popular) frente a otros grupos similares al interior del tricolor.

La organización se encontraba lista para conformar su propio partido político, pero ante el nuevo panorama, decidió posponer ese paso.

En el mismo Revolucionario Institucional se dieron cuenta de que dejarlos ir podría acelerar, incluso, su desaparición y hasta la presidenta Claudia Ruiz Massieu se reunió con ellos e, incluso, presumió el encuentro, cosa que sólo sucede en procesos electorales, cuando les llenan las plazas y estadios a sus candidatos.

A diferencia del resto de las organizaciones del PRI, que viven casi en su totalidad del erario, Antorcha ha consolidado un modelo de organización que es autosuficiente, y aunque se fortalece como organización con los recursos públicos, sus dirigentes y colaboradores reciben su sueldo y cubren sus gastos a través del financiamiento de sus empresas.

De manera paralela a su trabajo, que han realizado en las poblaciones de alta marginación, iniciaron algunos negocios que se han consolidado y fortalecido: tienen una red de gasolinerías, farmacias y tiendas de conveniencia, y participan en la agroindustria.

Esta condición es una de sus fortalezas, pues con la derrota priista en municipios y estados, así como la reducción de las prerrogativas priistas, mientras otras organizaciones ya empezaron los recortes de su personal, ellos se mantienen con su modelo.

La otra parte por la que los antorchistas mantienen fuerza en este momento es porque no descuidaron el trabajo llevando servicios y recursos a sus comunidades mediante un modelo clientelar. Y tienen una base en donde grupos priistas y de izquierda dejaron de trabajar.

En el Estado de México, por ejemplo, a pesar de la ola guinda, los antorchistas lograron mantener los triunfos en sus dos bastiones: Chimalhuacán e Ixtapaluca. En muchos casos usando su fuerza para persuadir e impidieron que los promotores de otros partidos ingresaran a las colonias que dominan. Además de lanzar como candidatos a sus caciques locales.

En Chimalhuacán, Jesús Tolentino Román Bojórquez es la tercera vez que se convierte en alcalde, al igual que su esposa, Maricela Serrano, en Ixtapaluca.

Por esta modalidad de financiamiento, en realidad, sí se recorta el presupuesto a los bastiones antorchistas; a los que se castiga es a los habitantes de estos lugares, más que a la organización, que tiene sus propios negocios.

Más que brazo armado del PRI, Antorcha es un grupo que se enquistó en el PRI, con orígenes en la Facultad de Ciencias de la UNAM, alimentada con liderazgos de la UACH y cuyos dirigentes participaron en la formación de preparatorias populares, siempre enarbolando el marxismo.

#¿LoboEstásAhí?

Apenas había ganado la elección, y ya en el programa Tercer Grado, el Presidente había puesto el dedo a uno de sus adversarios incómodos. Al intentar explicar el modus operandi de algunos grupos para exigir presupuesto, se refirió a una agrupación imaginaria a la que llamó: “la Antorcha Mundial”.