La repetición de Gobiernos en la Ciudad de México desanimó a la gente.

El país, la Ciudad de México han cambiado, no así las preocupaciones; se ha aprendido de las experiencias tenidas en los últimos años y, parece, desaparecieron las dudas de cómo se debe gobernar.

Ante los capítulos sobre corrupción, impunidad, inseguridad, lamentos y melancolía, la única esperanza para progresar era el cambio, legítimo anhelo.
Los habitantes de la Ciudad de México lo entendieron, y ya no están dispuestos a firmar el cheque en blanco cada vez que se pide.

En ella, en la doctora Claudia Sheinbaum, depositaron su confianza.

Hay experiencias de las que aprender; unas buenas, otras malas.

Ya se festejó a lo grande el cambio.

Se viene una tarea demasiado dura de cumplir en una urbe que parece hoy ingobernable.

Sus proyectos son distintos, ambiciosos.

En su discurso de toma de protesta como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la doctora Claudia Sheinbaum mencionó, entre otros, los siguientes compromisos:
“Acabar con los abusos.

No a la privatización de los espacios públicos.

Respeto a usos de suelo y desarrollo urbano sustentable.

Estancias infantiles públicas gratuitas.

Erradicar la violencia de género.

Se construirán: 5 preparatorias más, 10 Escuelas de Educación Superior del Sistema Benito Juárez, se ampliará la matrícula de las universidades existentes y se creará el Instituto de Educación Superior Rosario Castellanos con 5 planteles educativos.

Habrá garantía de médicos y medicamentos gratuitos en los centros de salud y en los hospitales; se construirán cuatro nosocomios.

Se atenderá a las familias que perdieron su patrimonio durante el sismo del 19 de septiembre y los damnificados no serán deudores de la banca.

Habrá mejora de vialidades, transporte público: Metro, Tren Ligero, trolebuses, RTP, Metrobús, el nuevo sistema de Cablebús con cuatro líneas.

Se retomará el camino de la seguridad en la Ciudad de México en el corto plazo.

Desaparecerá definitivamente el cuerpo de granaderos”.

Si se suma se puede gobernar, todo depende del respaldo.

La doctora Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, aseguró que los compromisos que hizo fueron “para acabar con los abusos del Gobierno que ya se fue y el restablecimiento de la democracia y la austeridad republicana”.

La confrontación de proyectos no es la guerra.

No son tiempos de división; se debe abrir un tiempo de unidad y alcanzar la meta por delante.

Cada cosa va a ir contando para la suma final.

Bien está lo que bien acaba.

jfcastaneda9@hotmail.com