Foto: Reuters Tras ganar el control de la Cámara de Representantes, los demócratas se enfocarán en darle guerra con el presupuesto, investigaciones de acusaciones de corrupción y el Rusiagate, según analistas/ Gregorio Meraz, corresponsal en Washington  

Trump bravuconea tras perder la cámara de representantes

Por Gregorio A. Meraz
@GregorioMeraz1
DESDE WASHINGTON

Lejos de admitir la grave pérdida de control de la Cámara baja del Congreso, curules republicanas y gubernaturas, en la elección de medio término el presidente Donald Trump aseguró ayer que “estuvo a punto de una completa victoria, desafiando a la historia”, porque conservó el Senado.

Los demócratas que ganaron la mayoría arrebatando más de 21 curules a los republicanos, planean ya cómo usar el poder de enviar órdenes de presentación de todas las personas y documentos relacionados con un amplio menú de investigaciones potenciales a la Casa Blanca, el Gabinete y otros funcionarios.

“El Presidente Trump está alucinando, cuando clama victoria de la elección de medio término” dijo Charles Schumer, líder de la minoría demócrata del Senado.

“Trump ve la elección como una reivindicación de su estrategia de campaña, enfatizando en que los logros del Partido Republicano se deben a él y que los legisladores que fueron electos le deben su carrera política” agregó, mientras el líder de la mayoría republicana en el Senado Mitch Mc Connell, incondicional de Trump, agradeció al Presidente “todo su apoyo” que dijo “fue determinante”.

Los nuevos demócratas llegan al Congreso hambrientos de poner a Trump y su administración bajo el microscopio sobre más de una docena de alegatos de violaciones, mentiras, corrupción y abusos.

Daniel Byman, analista de la Institución Brookings dice que la nueva energía demócrata, se canalizará en disputas sobre el presupuesto, las prioridades internas de la administración, así como las acusaciones de corrupción al presidente y sus colaboradores, como la investigación del Rusiagate.

“Además de presentar iniciativas, los demócratas tendrán el poder de investigar, convocar a audiencias, examinar documentos confidenciales y clasificados y hacer responsable a la rama Ejecutiva de eventuales errores, lo que no ocurría desde 2014”, agrega.

Consciente de eso y en contradicción con sus feroces ataques asustando a votantes con el cuento de que los demócratas aumentarían impuestos, abrirían la frontera, y traerían pandilleros criminales” Trump los invitó ahora a “dejar atrás el partidismo y trabajar en forma bipartidista en temas como inmigración, economía, infraestructura y otros.”

Cuestionado sobre cómo influirá el control demócrata en la Cámara baja en las investigaciones sobre la Injerencia Rusa en su Elección, Trump, tratando de ocultar tensión y nerviosismo por la desvelada que escondía tras múltiples capas de maquillaje blanco en los ojos, respondió:

“Si los demócratas buscan paralizar la Casa Blanca con investigaciones confesionales, citatorios y demanda de documentos, eso será como una declaración de guerra”, dijo, “para lo que tenemos algo que se llama Senado”.

Reporteros continuaron preguntándole si cooperaría en caso de que se le requieran declaraciones de impuestos que nunca entregó a lo que respondió de manera infantil diciendo que “un bufete legal muy grande e influyente le hace una auditoría que lleva dos años, que es muy compleja por la gran cantidad de empresas que tiene y que no se puede interrumpir sólo porque piden los documentos”.

“Son formas muy, pero muy complejas por muchas empresas, mucho dinero, muchos gastos que todos ustedes no podrían comprender por el grado de complejidad, pero en 2 o más años que terminen la auditoria, las daré a conocer”.

Trump trató de guardar calma y compostura pretendiendo mantener control tratando de amenazar y someter a los demócratas como un medio más para afianzar su posicionamiento para la elección presidencial de 2020, lo que sabe que no ocurrirá.

Cuando el reportero de CNN Jim Acosta lo cuestionó por calificar de “invasión” la caravana de centroamericanos que escapan de la violencia, satanizando al resto de los inmigrantes, Trump defendió su postura. Acosta preguntó sobre el anuncio de su campaña que por racista fue rechazado en CNN, ABC, CBS, Facebook y hasta Fox News, la voz de Trump cambió de tono y comenzó a gritar al reportero, manotear, a callarlo, mientras una empleada (becaria) de la Casa Blanca trataba de arrebatar el micrófono, creando un ambiente de caos.

Acosta le siguió preguntando sobre la investigación del Rusiagate y dijo que “no está preocupado acerca de nada de la investigación, porque es un engaño” y se retiró de la tribuna para volver y decirle que era una “persona ruda, terrible”.

“La forma en que tratas a Sarah Huckabee es horrible en todas formas, te voy a decir, es una vergüenza para CNN que trabajes para ellos” y se dio la media vuelta.

Acosta trató de repreguntar y Trump le gritó: “Es suficiente, es suficiente, déjame a mi manejar al país y tu maneja a CNN …” Luego concedió otra pregunta a un reportero de ABC y le dijo “tú también eres rudo …”.

Desde ese momento, continúo atacando a uno y otro periodista durante la conferencia de una hora y media en el Salón Este de la Casa Blanca, en la que también se burló de congresistas que prefirieron guardar distancia y no aceptaron que participaran en sus campañas.

Busca blindarse ante el Rusiagate

Donald Trump aseguró ayer que “aunque considera el Rusiagate como un engaño muy costoso y malo para el país” no tiene planes de despedir al Fiscal Especial Robert Mueller, responsable de la investigación sobre la Injerencia Rusa en la Elección de 2016, mientras aseguró que “tiene un absoluto control total de la investigación”.

Para comprobarlo, ordenó a Jeff Sessions, su Procurador General, renunciar al cargo de inmediato, para sustituirlo por Matthew Whitaker, quien era el Jefe de Asesores de Sessions.

Whitaker está conectado al asesor presidencial Steve Miller, quien era el jefe de prensa de Sessions y quien, escribiendo discursos para Trump, ascendió al cargo de asesor todopoderoso, que le dio libertad de implementar las políticas antinmigrantes que se han visto, como la separación familiar o le dio ideas para “abolir” ciudadanía automática a hijos de indocumentados.

De acuerdo con la Casa Blanca, Whitaker será el supervisor responsable de la Investigación del Rusiagate, en lugar del Subprocurador Rod Rosenstain, quien fue llamado por Trump ayer por la tarde a la Casa Blanca.

Algunos analistas consideran que Trump pudo ofrecer el cargo de Procurador General a Rosenstein a cambio de que termine a la brevedad el Rusiagate, lo que consideran difícil que aceptara.

Whitaker, el Procurador General en Funciones, ha coincidido con el presidente Trump, en que el Rusiagate es “un engaño” que el Procurador podría haber resuelto recortando por completo los recursos a la Fiscalía Especial de Robert Mueller, hasta obligarlo a cerrar el caso, lo que demócratas y muchos otros sectores tienen temor de que ocurra.

En el Senado y la Cámara baja, se han presentado iniciativas para evitar que eso ocurra, pero según analistas, Trump está en un nivel de desesperación que podría llevarlo a adelantarse a la toma de posesión del nuevo Congreso con participación demócrata y tratar de cerrar todo lo que pueda, incluyendo la obtención de recursos bajo el presente Congreso, para la construcción del muro fronterizo, que reiteró ayer desea concretar.

Trump puede ir con AMLO

Donald Trump prevé acortar su gira a Buenos Aires, Argentina con motivo de la Cumbre del G20 para poder asistir a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México el 1 de diciembre, reveló la prensa argentina. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, ni la Casa Blanca ni el equipo de López Obrador confirmaron la asistencia del Presidente de EU.

 

Xavier Rodríguez

LEG