En las fiestas patrias, resulta irresistible disfrutar el tradicional pozole, las tostadas, los chiles en nogada o los pambazos, alimentos que si no se limitan las cantidades traen consigo un inevitable aumento de peso.

Sólo un plato de pozole contiene cerca de 240 calorías, que aumentan al agregar tostadas con crema, refrescos y bebidas alcohólicas. Un pambazo llega a tener hasta 330. Pero, gozar sin preocupación por las calorías es posible.

Con medidas simples como medir cantidades, equilibrar el desayuno, comida y cena el 15 y 16 de septiembre, saber combinar los platillos, incluso realizar actividades físicas, como bailar con el pretexto de la fiesta, son sugerencias de la nutrióloga Ana María González.

“No es necesario abstenerse de la rica comida mexicana”, aseguró la especialista del Colegio Mexicano de Nutriólogos sobre la preocupación de mantener el peso corporal. Los invitados de las fiestas, agregó, son los platillos, pero se deben incluir muchas frutas y verduras.

El 15 y 16 es necesario balancear el desayuno, comida y cena. Muchas veces, relató, no se come mucho durante el día para esperar los platillos mexicanos.

“Se llega a la fiesta con hambre, lo que lleva a que comamos en exceso”, comentó Ana María González, además de que ahí se consumen refrescos y bebidas alcohólicas que suman más calorías.

En el desayuno se puede incluir frutas y alimentos ligeros, como quesadillas con tortilla de maíz y hongos, mientras que en la comida un consomé desgrasado con verduras, para no tener mucha hambre y abusar en la cena.

Ciertas medidas pueden disminuir las calorías de los platillos, compartió, sin sacrificar el gusto al paladar. Por ejemplo, para el pozole desgrasar el caldo, lo que disminuiría entre 50 y 100 calorías al consumirlo, si además en lugar de crema se consumen las tostadas solas, y agua de sabor fresca con sustitutos de azúcar.

Con esta recomendación se reducen las posibilidades de aumentar de peso, y se disfruta del maíz mexicano, el cual tiene un alto contenido de vitaminas del complejo B. Por ello, la nutrióloga Ana María González insistió en no dejar de consumir el pozole, y sólo cuidar con qué otros alimentos se combinan.

Las fiestas patrias, compartió, no son una fecha donde aumenten las consultas con nutriólogos, aunque reconoció que después de las cenas existen sentimientos de culpa por haber consumido “platillos fuertes”.

LEG