FOTO: reuters/archivo El ministro británico de Seguridad, Ben Wallace, acusó este jueves directamente al presidente de Rusia, Vladimir Putin  

Reino Unido abordará en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York el asunto del envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en la ciudad de Salisbury, a unos 140 kilómetros al suroeste de Londres, en marzo pasado.

 

El ministro británico de Seguridad, Ben Wallace, acusó este jueves directamente al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de ser el responsable de ordenar el ataque contra Skripal y su hija.

 

Durante entrevistas con la radio y la televisión locales, Wallace señaló que “ultimadamente así fue”, al ser interrogado directamente sobre la participación de Putin.

 

En tanto, la fiscalía citó la víspera a dos sospechosos rusos del ataque con un agente nervioso que habría sido introducido a Reino Unido en una botella de perfume.

 

Se trata de Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, quienes aparecen en distintas cámaras de seguridad en la ciudad de Salisbury, el pasado 4 de marzo, el día que se cometió el ataque.

 

Durante una sesión en la Cámara de Diputados, la primera ministra Theresa May aseguró el miércoles que los dos rusos pertenecen al servicio de inteligencia militar, conocido como GRU.

 

Durante el ataque, el policía inglés Nick Bailey también entró en contacto con el agente químico y tuvo que ser hospitalzado. El incidente provocó una crisis diplomática entre Reino Unido y Rusia.

 

Las autoridades británicas calificaron el ataque como “intento de asesinato” y ordenaron la expulsión de 23 diplomáticos rusos ante la negativa de Moscú de emitir una explicación.

 

Las autoridades británicas han sostenido que el ex doble agente ruso y su hija fueron envenenados con “novichok”, un agente nervioso producido en laboratorios del gobierno ruso.

 

Ambos fueron descubiertos inconscientes en una banca de la ciudad inglesa de Salisbury el pasado 4 de marzo.

 

Skripal reside en Reino Unido desde 2010, tras un intercambio de espías entre los gobiernos ruso y estadunidense, y su hija Yulia lo visitaba cuando ocurrió el ataque.

 

La fiscalía ordenó una orden de extradición europea en caso de que los dos sujetos sospechosos viajen a algún país de Europa, ya que la constitución rusa prohíbe la extradición de sus nacionales para enfrentar la justicia en otros países.

 

Se espera que durante la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, la representación diplomática británica presente las más recientes investigaciones y presione para que se impongan más sanciones contra Rusia.

 

TFA