Foto: Cuartoscuro/Archivo Se pide que se incluya la violencia sexual como uno de los factores atenuantes  

INDONESIA.- Organizaciones de derechos humanos han comenzado una campaña para liberar a una adolescente de 15 años que fue violada por su hermano de 18 y condenada a 6 meses de cárcel por abortar en Indonesia.

 

La iniciativa la han puesto en marcha varias organizaciones indonesias e internacionales que reclaman además procesos judiciales que tengan en cuenta la edad de los acusados y su condición de supervivientes de abusos sexuales, reveló hoy a EFE un portavoz de la ONG LBH APIK, dedicada al apoyo legal a mujeres.

La adolescente fue condenada a mediados de julio por un tribunal municipal en la provincia de Jambi, en la isla de Sumatra, por abortar tras seis meses de embarazo, mientras que la legislación indonesia permite abortos en supuestos especiales pero sólo en las primeras seis semanas.

Su hermano fue condenado a dos años de cárcel, mientras que su madre se enfrenta a cargos por presuntamente ayudarla a abortar.

Las siete organizaciones nacionales implicadas en la campaña han protestado contra la condena ante la Comisión Judicial Indonesia en Yakarta, que se ha comprometido a examinar si hubo irregularidades durante el juicio.

El representante de la comunidad de padres Pasukan Jarik, Aquino Hayunta, dijo hoy a EFE que ese organismo debe investigar el hecho de que los dos hermanos tenían el mismo abogado de oficio y la formación del magistrado para juzgar a menores.

La activista de LBH APIK Dian Novita dijo que su organización pide “que se incluya la violencia sexual como uno de los factores atenuantes” en casos como el de Jambi.

Según Novita, no se trata de un hecho aislado ya que LBH APIK Yakarta lidió con 39 casos de abusos sexuales a menores en 2017, de las que tres tuvieron problemas legales al quedaron embarazadas sin desearlo ni saberlo.

Amnistía Internacional se ha sumado a la campaña y ha advertido de la falta de conocimiento de las excepciones en las leyes indonesias contra el aborto y del estigma que acompaña a las supervivientes de abusos sexuales, que aumenta los casos de abortos clandestinos.

GAC