Por Luis Manuel López

Increíble, pero ha sido un modelo de eficiencia. Es uno de los equipos más limitados en la parrilla de salida de la Fórmula 1, no está asociado con ninguna de las grandes fábricas de autos para recibir apoyo tecnológico, lucha a partir del talento de sus ingenieros, técnicos y pilotos para reportar buenos resultados con el mínimo de recursos.

Dos años consecutivos 2016 y 2017 que, ante la ausencia de equipos que antes eran importantes como Williams y McLaren en la pelea, Force India aprovechó y se colocó como el mejor del resto.

Como consecuencia de tener un coche reactivo, Sergio Pérez se colocó también como el mejor piloto después de los seis punteros en el campeonato mundial en esos mismos años.

No es aventurado remarcar que 368 puntos después, cinco pódiums en cinco temporadas, Pérez es el hombre más productivo en la historia de Force India y muchos puntos significan dinero en forma de premios para el equipo.

¿Dónde quedó ese dinero? ¡Magnifica pregunta! Porque Force India debió haber recibido porciones mensuales por 67 millones de dólares a cuenta del 2016 y 72 millones de dólares por el 2017, desde abril del siguiente año del ejercicio. Un total de 139 millones de dólares, por dos años espectaculares.

Sin embargo, la realidad es otra. El equipo enfrenta problemas económicos y no sólo eso, sino que también una estricta vigilancia de las autoridades financieras del Reino Unido.

Esto último gracias al procesos judicial por fraude en La India que enfrenta uno de sus propietarios, el mayoritario, Vijay Mallya, quien hace poco menos de un año ya había sido citado por la autoridad fiscal británica para aclarar sus finanzas, ante lo que optó por ceder la administración a su hijo.

La Corte Administrativa había fijado audiencia el próximo día 31de julio para resolver lo que llaman en Inglaterra “Administration” contra Force India, lo que significa una intervención gubernamental para que un externo ordene las finanzas, pague deudas e impuestos y, de ser necesario, prepare la venta o liquidación de la empresa.

De acuerdo a lo que explicó Sergio Pérez en su comunicado, le solicitaron en el seno del equipo firmar una moción para que la Corte dictara la “Administration” antes del plazo, pues se supo que alguno de los acreedores solicitaría la liquidación del equipo.

Pérez, su mánager Julian Jacobi con su empresa, respaldados por Mercedes AMG F1 y BTW que es la principal empresa patrocinadora, firmaron la moción para que la corte sentenciara el proceso antes de que el otro acreedor, aún no especificado, solicitara la liquidación y quiebra para recuperar su dinero.

Esta operación, de acuerdo al comunicado, tuvo por objetivo mantener 400 empleos en la planta de producción en Silverstone, la participación de Force India en el resto de la temporada y, eventualmente, los trabajos para fabricar el auto de la siguiente temporada.

Se rumoró que a Mercedes AMG F1 le adeudan 13 millones de dólares por la renta de motores, y a Pérez cuatro, además de pasivos de todo tipo con diferentes proveedores de la operación del equipo y de la planta de producción.

Así pues, el reinado absoluto de Mallya en Force India terminó y la empresa especialista FRP Advisory, propiedad de Geoff Rowley quien operó la liquidación de la escudería Marussia, se hará cargo de ‘limpiar’ el escenario, cubrir adeudos, y determinar la viabilidad de que Force India entre en un proceso de venta o bien que vaya a la quiebra.

Chase Carey, el hombre número uno de la F1, estuvo en Hungría siguiendo paso a paso los acontecimientos y prometió un respaldo de pagos que ayude a los nuevos administradores, al mismo tiempo que Otmar Szafnauer, CEO de Force India, dirigió un mensaje a todo el personal para aclarar la nueva situación y transmitir tranquilidad.

Lo que sigue no será sencillo. Mallya y sus abogados se presentarán mañana ante la corte para solicitar que la compañía del magnate indio llamada Orange India Holdings, propietaria del 42 por ciento de las acciones de la escudería, participe con los nuevos administradores en lo que han dicho es la “recuperación inmediata de la solvencia del equipo”.

Se sabe que hay cinco postores para adquirir la escudería, pero deberán entrar a un terreno pantanoso pues Orange India Holdings, de acuerdo a cifras de los abogados de Mallya, tiene préstamos pendientes por 159 millones de libras esterlinas que no dudarán en reclamar antes de salir de la ecuación.

Como puede verse Force India, con sus técnicos, mecánicos, pilotos y personal en general consiguió hacer un verdadero milagro de desempeño como equipo de Fórmula 1. Lamentablemente, en el rubro finanzas, el éxito deportivo no encontró réplica. Y seguirá vigente la pregunta: ¿Dónde quedaron los premios?

El panorama que surge por delante es, por decir lo menos, y aunque la F1 luchará por salvar al equipo, complicadísimo.