Foto: Reuters Miles marcharon para conmemorar la "masacre estudiantil" de 1959 y exigir justicia por los jovenes muertos en el actual conflicto.  

Managua.- La dictadura de la familia Somoza en Nicaragua fue “menos cruel, perversa y criminal que la de (Daniel) Ortega”, afirmó ayer la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, en la conmemoración del Día Nacional del Estudiante.

La de los Somoza fue una “dictadura menos cruel que la de Ortega, (porque) ha cerrado los hospitales para que no atiendan a los estudiantes heridos”, denunció Núñez, en un foro realizado en la Universidad Centroamericana (UCA), para recordar la “masacre estudiantil” del 23 de julio de 1959 que dejó cuatro muertos.

Según la presidenta del Cenidh, quien sobrevivió a la “masacre estudiantil” de hace 59 años en la ciudad de León (noroeste), la Guardia del presidente Luis Somoza disparó en medio de una “desbandada” de manifestantes, y aunque hubo 4 muertos, los hospitales abrieron sus puertas y el Gobierno envió sangre para los heridos.

En cambio, “Ortega ha cerrado los hospitales, Sonia Castro (ministra de Salud) impidió que atendieran a los universitarios, la directora del Hospital Alemán se paraba en la puerta, un niño (Álvaro Conrado) después de andar de hospital en hospital llegó a morir al Bautista”, acusó Núñez.

Los actos de represión de Ortega contra estudiantes y otros manifestantes han dejado más de 300 muertos desde abril pasado, según organizaciones humanitarias nacionales e internacionales.

La activista de los derechos humanos llamó a los estudiantes que protestan contra Ortega a no arriesgar su vida, pero también a “no dejar que esa llama se apague”, y a sus contemporáneos a apoyar a los jóvenes en su causa.

Miles de personas se sumaron ayer a las marchas, para conmemorar el Día del Estudiante, que recuerda la “masacre estudiantil” de 1959, cuando una represión del presidente Luis Somoza dejó 4 universitarios muertos, pero también para reclamar por más de un centenar de alumnos que han perdido la vida en las protestas contra Ortega que comenzaron hace tres meses.

La marcha en Managua, que se replicó en varias ciudades, comenzó con un minuto de silencio dedicado a los estudiantes que, según los manifestantes “autoconvocados”, han sido asesinados durante las protestas.

El minuto de silencio fue roto con consignas como “¡Eran estudiantes, no eran delincuentes!”, “¡Que viva Nicaragua libre!”, y “¿Cuál es la ruta? ¡Que se vaya ese hijo de p_! (Ortega)”.

La mayoría de los estudiantes portaron la bandera azul y blanco de Nicaragua, y algunos exhibieron la Ley de Autonomía Universitaria, que en más de medio siglo de existencia jamás había sido violada por ningún presidente, hasta que lo hizo el actual régimen.

En tanto, la Arquidiócesis de Managua defendió su papel como mediadores en el diálogo para buscar una solución al conflicto.

“El presidente habla como político, para sus seguidores, para sus simpatizantes, entonces hay que interpretarlo así. Nosotros estamos dispuestos, independientemente de lo que él diga, estamos dispuestos a seguir colaborando en el diálogo, lo importante es que nosotros no nos sentimos descalificados”, afirmó Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, según el diario La Prensa de Nicaragua.

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